Extremadura recibe 1,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación para el proyecto 'DELaw', que analizará el régimen jurídico del almacenamiento de energía. Este esfuerzo busca crear legislación energética sostenible en la UE y posicionar a la región como líder en investigación sobre baterías y sostenibilidad ambiental.
Por primera vez, Extremadura ha sido beneficiaria de una ayuda de 1,5 millones de euros otorgada por el Consejo Europeo de Investigación. Este consejo representa el programa más destacado en cuanto a investigación científica de excelencia dentro de la Comisión Europea, y se caracteriza por su amplia financiación.
Un equipo de expertos en ciencia y tecnología, bajo la dirección del CIIAE, llevará a cabo el proyecto 'DELaw' durante los próximos cinco años, gracias al apoyo financiero que recibe del programa Horizonte Europa.
La Consejería de Educación, Ciencia y Formación Profesional ha logrado un importante avance al conseguir que Extremadura se integre en este prestigioso programa europeo, el cual respalda la investigación de vanguardia. Este logro ha sido posible gracias a la propuesta de investigación elaborada por el Departamento de Hidrógeno del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE), así como la colaboración de la Oficina de Proyectos Europeos del Sistema Extremeño de Ciencia y Tecnología. Este sistema es un instrumento público que está bajo la gestión de FUNDECYT-PCTEX y la Universidad de Extremadura.
Una investigación innovadora acerca del régimen jurídico del almacenamiento de energía, especialmente en lo que respecta a las baterías, será financiada con este dinero. Los resultados obtenidos de este estudio contribuirán a la creación de una nueva legislación energética destinada a regular la disminución del consumo en la Unión Europea.
La meta de esta investigación es analizar el marco jurídico que regula el almacenamiento de energía dentro del sistema eléctrico de la Unión Europea. Este análisis busca facilitar la creación de una nueva legislación energética que se base en el decrecimiento, lo que implica disminuir el consumo de energía y recursos en la Unión Europea. De este modo, se pretende promover un sistema económico y social que sea más sostenible y equitativo, adoptando una perspectiva jurídica.
En este contexto, el papel de Extremadura se vuelve fundamental en la regulación internacional del almacenamiento de energía, liderando un ambicioso proyecto de investigación de carácter global. Las investigaciones que se desarrollen en esta región serán clave para ofrecer soluciones a los principales desafíos ambientales relacionados con la producción de baterías. Aunque estas son esenciales para aumentar las fuentes de energía renovables y combatir el cambio climático, su fabricación depende de materias primas críticas como el níquel, el cobalto y el litio. La extracción de estos recursos no solo acelera la pérdida de biodiversidad, sino que también provoca graves problemas en las comunidades locales.
Es importante resaltar la labor que realiza la Oficina de Proyectos Europeos en su esfuerzo por acceder a este tipo de fondos, que son altamente competitivos y están entre los más exigentes a nivel europeo e internacional. Este instrumento es proporcionado por la Junta de Extremadura al sector investigador y empresarial de la región, con el objetivo de captar financiación y situar a la ciencia extremeña en un contexto favorable.