A Xunta de Galicia ha declarado recientemente la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia como Bien de Interés Cultural (BIC). Esta celebración, que se lleva a cabo en Lugo, reúne a las siete antiguas capitales gallegas: Lugo, Santiago, A Coruña, Ourense, Mondoñedo, Betanzos y Tui. La decisión fue tomada tras solicitar informes al Consello da Cultura Galega, al Museo do Pobo Galego, al Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento y a la Facultad de Humanidades de la USC, un proceso liderado por su decano Gonzalo Francisco Fernández Suárez.
La Ofrenda es considerada un caso singular dentro del patrimonio inmaterial gallego. Este evento no solo expone una tradición secular de los gallegos, sino que también refleja la evolución de su unidad como pueblo.
Una ceremonia con raíces históricas
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia tiene sus orígenes en el año 1669. Se celebra el domingo siguiente a la festividad del Corpus Christi en Lugo y consiste en un acto institucional y religioso donde participan representantes de los Concellos de las antiguas capitales del Reino: A Coruña, Lugo, Ourense, Santiago de Compostela, Mondoñedo, Betanzos y Tui.
Este ritual cumple con el voto solemne que las antiguas capitales hicieron en 1669 debido a las dificultades económicas que enfrentaba la Catedral de Lugo. El objetivo era dotar a la catedral de una renta anual destinada a iluminar el Altar Mayor donde se encuentra permanentemente expuesto el Santísimo Sacramento.
Manteniendo la tradición viva
Desde 1925 hasta la actualidad, el rito de la Ofrenda se ha mantenido sin cambios significativos. Cada año se celebra una misa solemne en la que participan los representantes municipales de las siete ciudades por turnos rotativos.