El fenómeno de pardeamiento, conocido como “browning”, se refiere a la pérdida masiva de follaje y vitalidad en árboles nativos, y ha impactado especialmente a especies como el quillay, peumo y litre. Este problema es consecuencia de una prolongada sequía y el aumento de las temperaturas en la zona central de Chile.
El cambio climático ha dejado su huella en esta región, manifestándose a través de incendios más frecuentes, olas de calor inusuales y una megasequía persistente que ha transformado los ecosistemas locales. Según Marcelo Miranda, académico de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales UC, “la megasequía que ha afectado la región central de Chile es un fenómeno climático que se viene evidenciando desde 2010, alcanzando su máxima severidad en 2019 y 2020”.
Impacto del Cambio Climático en los Bosques Nativos
Este cambio en las condiciones climáticas ha dado lugar al fenómeno del pardeamiento del bosque. Este término describe la pérdida de vigor y follaje de los árboles, e incluso su muerte en extensas áreas. “Se ha caracterizado por una disminución de la precipitación invernal que ha alcanzado entre el 60% y el 70% en algunas localidades, junto con un aumento de temperatura que supera los rangos normales”, detalla Miranda.
Las consecuencias son alarmantes: especies típicas de los bosques esclerófilos están siendo gravemente afectadas. “Las especies arbóreas más dañadas han sido el quillay, con alta mortalidad entre adultos; peumo y litre, con pérdida masiva de follaje; así como especies asociadas a alta humedad como la patagua y el lingue, muchas veces con alta mortalidad”, señala el académico.
“Las especies arbóreas más dañadas han sido quillay, con alta mortalidad; peumo y litre, con pérdida masiva; así como patagua y lingue” – Marcelo Miranda.
Una Amenaza Global con Consecuencias Locales
El cambio climático es un fenómeno global cuyo origen principal está ligado a la actividad humana desde la segunda mitad del siglo XVIII. “El aumento industrial y el cambio en el uso del suelo, principalmente por deforestación para agricultura, son los principales impulsores”, afirma Miranda.
En Chile central, este fenómeno global tiene un impacto directo en los bosques. “El principal efecto es un aumento en la acumulación de energía en la atmósfera terrestre, lo que provoca un incremento en la temperatura global. Esto se traduce en sequías y olas de calor sin precedentes”, advierte Miranda.
Este nuevo escenario exige que los bosques se adapten. “Lo que estamos observando podría ser una nueva respuesta a condiciones climáticas ya predichas por modelos futuros”, indica. Esto implica cambios significativos en la composición de especies, estructura del bosque y sus procesos internos.
Servicios Ecosistémicos Amenazados
La degradación forestal no solo representa una pérdida ambiental; también afecta directamente la calidad de vida humana. “Los bosques esclerófilos proporcionan beneficios ecosistémicos frecuentemente ignorados por la población”, explica Miranda. Entre estos beneficios se incluyen: producción de agua dulce, regulación térmica durante olas de calor extremo, control del material particulado aéreo, captura de carbono, provisión de frutos y plantas medicinales, así como mantenimiento crucial para la polinización agrícola.
“La megasequía puede alterar todos estos beneficios esenciales para millones que habitan la región central”, añade.
Estrategias para Mitigar el Deterioro Forestal
A frente este panorama desafiante existen acciones concretas para mitigar el deterioro forestal. Según Miranda, lo primordial es evitar condiciones propicias para incendios forestales, dado que muchos tienen origen humano. “Los incendios dejan a la vegetación vulnerable ante cambios climáticos”, advierte.
Además, es crucial promover la restauración ecológica mediante la incorporación de especies nativas más resistentes a la sequía.
Finalmente, se requiere que cualquier extracción forestal esté fundamentada en criterios ecológicos adecuados para prevenir el debilitamiento interno del bosque. “Los bosques deberán adaptarse a estas nuevas condiciones; sin embargo, podemos ayudarles si actuamos ahora”, enfatiza Miranda.
Estas conclusiones forman parte preliminarmente de un estudio sobre el impacto de la megasequía en los bosques nativos entre las regiones desde Coquimbo hasta Los Lagos. La investigación fue desarrollada por Marcelo Miranda junto al Departamento de Cambio Climático y Servicios Ecosistémicos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). El informe final estará disponible en agosto.