La dermatóloga y profesora del Grado en Medicina de la UCAM, Ana Ramírez, advierte sobre los peligros de la radiación ultravioleta, que es la principal causa del envejecimiento cutáneo prematuro y de diversas enfermedades dermatológicas. Para prevenir estos problemas, recomienda una protección continua, incluso en días nublados e invierno, así como consultar a profesionales sanitarios si se está bajo tratamiento médico.
El sol tiene múltiples beneficios para el organismo, como la síntesis de ciertas vitaminas y efectos antidepresivos. Sin embargo, la doctora Ramírez señala que una exposición inadecuada al sol, tanto intermitente como prolongada, puede provocar alteraciones dermatológicas severas y acelerar el envejecimiento de la piel. Esto es especialmente relevante en regiones con alta radiación solar, como la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. Por ello, resalta la importancia de saber cómo protegerse adecuadamente.
Elección del protector solar adecuado
Con el paso del tiempo, nuestra piel envejece y se ve afectada por el exceso de radiación ultravioleta (UV). Según Ramírez, existen tres tipos de radiación UV: UVA, que representa el 95% del espectro y es la más preocupante por su capacidad de penetrar profundamente en la piel; UVB, responsable del bronceado y las quemaduras solares; y UVC, que es bloqueada por la capa de ozono. En este contexto, es esencial aplicar cremas solares de alto espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 50.
Además, es fundamental conocer el fototipo de piel para elegir el protector solar más adecuado entre las opciones disponibles: físicos, químicos o mixtos. La especialista también enfatiza que no debemos olvidar protegernos del sol durante todo el año. En invierno, un FPS entre 30 y 50 es suficiente para mitigar los efectos negativos de la radiación ultravioleta. Es crucial aplicar crema incluso en días nublados, ya que las radiaciones ultravioletas pueden atravesar la atmósfera y causar daños cutáneos.
Cuidado especial con las medicaciones
Ana Ramírez subraya que preparar la piel antes de exponerse al sol es vital. Esto incluye asegurar una correcta hidratación y verificar que no existan patologías dermatológicas activas. Muchas enfermedades cutáneas empeoran con la exposición solar, independientemente del uso de medicación. Por eso, cualquier persona bajo tratamiento debe consultar con un profesional sanitario antes de tomar el sol para evitar efectos secundarios indeseados.
La doctora también hace hincapié en cuidar a los más pequeños. Se debe evitar exponer a los niños al sol antes de los siete meses e incluso hasta después del primer año. Si se decide hacerlo posteriormente, siempre deben utilizarse filtros físicos en lugar de químicos para prevenir reacciones adversas. Además, se recomienda evitar las horas centrales del día.
Consejos finales para una piel sana
Para disfrutar del verano sin contratiempos que puedan tener consecuencias a largo plazo, Ana Ramírez aconseja mantener una alimentación equilibrada e hidratarse adecuadamente tanto por dentro como por fuera. Es recomendable aplicar cremas hidratantes sin perfumes para preparar la piel antes y después de tomar el sol. Esto ayudará a evitar sequedades intensas y picor.
Cuidar nuestra piel es fundamental, ya que actúa como barrera protectora frente a agentes externos. Al protegernos del sol y otros factores ambientales, podemos lograr no solo una piel sana sino también estéticamente atractiva.