Agosto se presenta como un mes propicio para la actividad física y la conexión social, tal como señala Rebeca López, profesora del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón. Este periodo estival, caracterizado por una pausa en las rutinas diarias, puede ser una oportunidad ideal para reactivar nuestros cuerpos y fortalecer los vínculos con los demás.
En este contexto, es fácil caer en el “modo pausa total”, donde pasamos días sin apenas movernos. Sin embargo, este mes también puede convertirse en una ocasión perfecta para ejercitarnos de manera placentera y sin presiones. El ejercicio no solo beneficia nuestra salud física, sino que también actúa como un puente que nos une a otras personas, independientemente de su edad.
La importancia del ejercicio colectivo
Actividades como caminar al atardecer con la familia, jugar al fútbol en la playa o participar en actividades comunitarias son solo algunas maneras de mantenerse activo. La clave radica en el gesto compartido; cuando nos movemos juntos, se generan conexiones más profundas. Como bien expresa Rebeca López: “Cuando nos movemos juntos, nos entendemos de otra manera. Nos reímos más, hablamos mejor y a veces, sin darnos cuenta, derribamos muros invisibles”.
El deporte tiene esa capacidad especial de reunir a individuos que, de otro modo, nunca habrían interactuado. No importa el origen o el nivel de habilidad; siempre hay espacio para todos en cualquier actividad bien estructurada. Este verano ofrece una oportunidad única para utilizar el ejercicio como un medio para fomentar la inclusión y crear nuevas amistades.
Invitar a otros a participar
A menudo, dentro de nuestros círculos sociales hay personas que no se atreven a unirse por miedo a no estar a la altura o porque piensan que no pueden participar. Un simple gesto de invitación puede ser suficiente para motivarles. Ya sea un vecino mayor que necesita un empujón o un niño que observa desde lejos deseando jugar, lo importante es estar atentos y dispuestos a incluir.
Aunque agosto es sinónimo de descanso, también puede ser el momento perfecto para establecer nuevas conexiones sin prisa. Moverse es saludable; pero hacerlo en compañía transforma realmente nuestras experiencias. Por ello, si decides hacer ejercicio este mes, considera quién podría acompañarte en ese paseo o partido. Recuerda que algunos veranos dejan huella y todo puede comenzar con un paso compartido.
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