La Cámara de Diputadas y Diputados ha dado un paso significativo al aprobar en general un proyecto de ley que busca regular el uso de la inteligencia artificial (IA) en Chile. Esta iniciativa tiene como objetivo establecer un marco normativo para el desarrollo e implementación de esta tecnología, convirtiendo al país en el primero de la región con una legislación específica en este ámbito.
El propósito del proyecto es asegurar que el uso y desarrollo de tecnologías de IA respete los derechos fundamentales de las personas, promoviendo la innovación, brindando certezas legales a desarrolladores y usuarios, y protegiendo a la ciudadanía frente a posibles riesgos asociados.
Un marco normativo necesario
Este proyecto se suma a la Política Nacional de Inteligencia Artificial, instaurada en 2021, que busca fomentar una IA ética y centrada en las personas. Además, complementa iniciativas recientes como el proyecto de Ley Marco de Ciberseguridad y el proyecto de Ley de Protección de Datos Personales. Según Gabriela Arriagada, académica del Instituto de Éticas Aplicadas, estas leyes están alineadas con los estándares del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) europeo.
"Una ley regulatoria sobre inteligencia artificial representa un aporte clave para Chile porque permite establecer límites claros, garantías éticas y marcos de responsabilidad en el desarrollo y uso de esta tecnología", afirmó Arriagada. Sin embargo, advirtió que la regulación no resolverá todos los problemas relacionados con la IA: "La ley es un punto de partida, no de llegada".
Impacto en la investigación y desarrollo
La irrupción de la IA también ha transformado el panorama investigativo, facilitando desde el análisis masivo de datos hasta la aceleración en descubrimientos científicos. En este sentido, María Angélica Fellenberg, vicerrectora de Investigación y Postgrado UC, destacó que esta nueva ley será crucial para promover un uso responsable y ético. “Resguardará principios fundamentales como la integridad y transparencia”, agregó.
No obstante, existe preocupación respecto a cómo esta normativa podría afectar la innovación. Según Sebastián Dueñas, investigador del Programa Derecho, Ciencia y Tecnología UC, las exigencias burocráticas podrían entorpecer el avance tecnológico. "Nos enfrentamos a una regulación bastante severa y poco previsible", señaló.
Diferencias con Europa
El proyecto toma como referencia la Ley de IA promulgada por la Unión Europea, que clasifica los sistemas según su nivel de riesgo. Incluye categorías desde sistemas inaceptables hasta aquellos sin riesgo evidente. Sin embargo, expertos como Matías Aránguiz, profesor en la Facultad de Derecho UC, advierten que aplicar estos estándares europeos sin considerar las particularidades chilenas podría resultar problemático.
"Estamos tratando de regular inteligencia artificial a la europea, pero con un presupuesto no como el europeo", expresó Aránguiz. Resaltó que replicar modelos sin los recursos adecuados puede generar más fricción en el desarrollo local.
Futuro incierto para la innovación chilena
A pesar del enfoque regulatorio propuesto, existe temor entre algunos sectores sobre si estas medidas podrán realmente fomentar un entorno propicio para la innovación. La creación prevista de una Comisión Nacional de Inteligencia Artificial bajo el Ministerio de Ciencia también ha suscitado dudas sobre su eficacia real ante las exigencias impuestas por el proyecto.
A medida que avanza su tramitación legislativa, queda claro que Chile se encuentra ante un desafío crucial: equilibrar **regulación** e **innovación** para asegurar un desarrollo sostenible y ético en el ámbito tecnológico.