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Éxito en la primera carrera comunitaria del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales del MIT
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Éxito en la primera carrera comunitaria del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales del MIT

Por José Enrique González
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jenriqueiymagazinees/8/8/19
viernes 14 de noviembre de 2025, 10:52h

El Departamento de Ciencia de Materiales y Ingeniería organizó una divertida carrera comunitaria, superando imprevistos como bananas verdes, para fomentar la convivencia y celebrar la clase 3.091 en MIT.

La primera carrera comunitaria organizada por el Departamento de Ciencia y Ingeniería de Materiales (DMSE) de MIT se llevó a cabo con un toque inesperado. La noche anterior al evento, la organizadora Bianca Sinausky descubrió que los plátanos que había pedido para los participantes eran sorprendentemente verdes.

“Busqué bolsas de papel, pero solo encontré unas pocas”, comenta Sinausky, quien es administradora académica del departamento. “Era una misión imposible”. Sin embargo, el gerente de instalaciones Kevin Rogers tuvo una idea brillante: intercambiar los plátanos verdes por unos maduros del Banana Lounge, un espacio gratuito en el campus donde se ofrecen snacks y frutas.

“Fue un golpe de genio”, afirma Sinausky. “Los corredores tendrían su refrigerio y la carrera podría continuar”. Aunque DMSE contactó al Banana Lounge algo tarde, el líder logístico senior Colin Clark aprobó la propuesta. “Así que esa era la procedencia de esa caja”, dice con alivio.

Carrera en comunidad y celebración académica

El 15 de octubre, bajo un brillante sol otoñal, plátanos maduros esperaban a los 20 estudiantes y profesores del DMSE que participaron en la carrera, que comenzó y terminó en el Zesiger Sports and Fitness Center, recorriendo senderos peatonales a través del campus del MIT. La jefa del departamento, Polina Anikeeva, una entusiasta corredora, explica que el objetivo era construir comunidad, disfrutar del aire libre y celebrar el curso 3.091 (Introducción a la Química de Estado Sólido), una asignatura popular entre los estudiantes de primer año.

“Nos dimos cuenta de que 3.091 estaba tan cerca de 5 kilómetros —3.1 millas— que era la oportunidad perfecta”, confiesa Anikeeva, admitiendo que ella fue quien hizo la conexión inicial. “Me gusta pensar en esas cosas”. Para muchos participantes, correr es un pasatiempo habitual; sin embargo, hacerlo junto a colegas lo hizo aún más placentero. La estudiante graduada Jessica Dong, quien se está preparando para el Medio Maratón de Cambridge este mes, comparte: “Normalmente corro unas cuantas veces a la semana y pensé que sería divertido sumar más kilómetros entrenando con la comunidad del DMSE”.

Carrera informal con espíritu competitivo

Otro estudiante graduado, Rishabh Kothari, también se mostró entusiasmado por participar en este evento departamental alineado con sus intereses personales. “Me emocionaba apoyar un evento del departamento que se relaciona con mis aficiones generales”, dice Kothari, quien recientemente corrió el Maratón de Chicago y empató en primer lugar en su categoría durante la carrera del DMSE. “Encuentro que correr es una gran actividad para fomentar la comunidad”.

Aunque las carreras divertidas suelen ser no competitivas, los organizadores reconocieron a los corredores más rápidos por grupos de edad. A diferencia de una carrera oficial gestionada por una empresa especializada —actualmente la Ciudad de Cambridge no permite nuevas competiciones—, la carrera del DMSE fue administrada internamente por un grupo informal de colegas. Según Sinausky, esto implicó bastante trabajo.

Desafíos y aprendizajes para futuras ediciones

“Lo más complicado fue recorrer la ruta y marcar las distancias, además de colocar las flechas indicativas”, explica. “Cuando lo hace una empresa especializada, lo hacen correctamente”. Hubo algunos contratiempos menores: algunos corredores tomaron direcciones equivocadas y dos caminantes se perdieron. “Creo que necesitamos marcar mejor el recorrido”, añade Sinausky.

No obstante, otros encontraron encanto en los pequeños errores del evento. “Mi parte favorita fue cuando un grupo se confundió sobre la ruta y decidimos atajar por el césped frente a Tang Hall”, recuerda Dong. Al llegar a la meta, mostró orgullosa una gorra roja del DMSE —uno de los obsequios distribuidos junto a los plátanos maduros y botellas de agua.

Pensando en el futuro: ¿una tradición anual?

A medida que miran hacia adelante con la esperanza de convertir esto en un evento anual, los organizadores están considerando adquirir equipos para medir tiempos oficiales. Las carreras modernas distribuyen dorsales equipados con chips RFID para rastrear cada corredor desde su salida hasta su llegada. El método utilizado por Sinausky —un cronómetro en smartphone mientras Anikeeva anotaba tiempos manualmente— fue menos tecnológico pero efectivo dado el reducido número de participantes.

Sinausky espera aumentar la participación en años venideros; aunque hubo un fuerte interés inicial con 63 inscripciones, menos de un tercio asistió el día de la carrera. Ella señala que el retraso debido a las lluvias probablemente afectó esta cifra.

A pesar de todo, considera que la carrera fue un éxito generalizado: “Fue genial ver a todos terminar y disfrutar”, concluye Kothari. “Un bonito inicio matutino rodeado de amigos”.

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