La 22ª edición de la Cátedra Cerámica de Barcelona ha puesto en el centro del debate la mejora del espacio público a través de piezas cerámicas. Los ganadores de este año son Olivia de Burgh, Andrada Dumitriu, así como Lucía Blanco y Marina Mañanes, quienes presentaron sus proyectos ante un jurado compuesto por destacados profesionales del ámbito urbano.
El evento tuvo lugar el pasado 21 de noviembre en la UIC Barcelona School of Architecture. El jurado estuvo formado por Fidel Vázquez, director de proyectos urbanos de Roca Sanitarios; Adrià Guardiet, de 08014 Arquitectura; y Manel Peribáñez, de BCQ Arquitectura Barcelona. Esta cátedra, que lleva más de dos décadas funcionando gracias al apoyo de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER), busca fomentar la conexión entre los estudiantes de arquitectura y la industria cerámica.
Transformación Urbana a Través de la Cerámica
El eje central del trabajo en esta edición ha sido la transformación y mejora de una plaza existente en Sant Jordi, Castellón. Este proyecto se desarrolla en el marco del Concurso Cerámico de Regeneración Urbana CRU(E), patrocinado por la Diputación de Castellón. Durante el curso, los alumnos han explorado tanto soluciones constructivas tradicionales como formatos innovadores para integrar la cerámica en el espacio urbano.
Las propuestas presentadas no solo buscan ser creativas y funcionales, sino también sostenibles, contribuyendo así a regenerar el espacio público con un enfoque que respeta su identidad y sensibilidad hacia el entorno. Este enfoque multidisciplinario permite a los futuros arquitectos innovar en nuevos formatos o desarrollar aplicaciones para los existentes, fortaleciendo así su vínculo con la cerámica.
Cátedra Cerámica: Un Vínculo entre Educación e Industria
A lo largo de estos años, la Cátedra Cerámica ha demostrado ser un puente efectivo entre la academia y el sector industrial. Los estudiantes tienen la oportunidad de orientar sus propuestas hacia el uso práctico y estético de la cerámica, lo que les permite adquirir una experiencia valiosa que será crucial en su futura carrera profesional.
Este tipo de iniciativas resaltan no solo la importancia del diseño urbano contemporáneo, sino también cómo los materiales tradicionales pueden jugar un papel vital en la creación de espacios públicos más atractivos y funcionales. La Cátedra continúa siendo un referente en este campo, promoviendo una educación que integra teoría y práctica con un fuerte componente social.
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