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El Informe CYD 2024 revela la creciente importancia de las universidades privadas en la formación de graduados en España
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El Informe CYD 2024 revela la creciente importancia de las universidades privadas en la formación de graduados en España

jueves 09 de enero de 2025, 13:27h
El Informe CYD 2024 analiza la situación de los graduados universitarios en España, destacando la creciente relevancia de universidades privadas y la baja participación en disciplinas STEM. También se observa una brecha de género en empleo y salarios, con tasas de desempleo más altas para mujeres y variaciones significativas entre comunidades autónomas.

El Informe CYD 2024, que es el documento de referencia sobre la universidad en España elaborado por la Fundación CYD, realiza un análisis detallado de las características de los graduados universitarios españoles en su Capítulo 2. Este capítulo, entre otros aspectos, examina la distribución de los titulados según el tipo de universidad y las áreas de conocimiento, además de comparar estos datos con los de la Unión Europea. Asimismo, se investiga en este segundo capítulo la inserción laboral de quienes poseen estudios superiores, considerando indicadores como la tasa de actividad, el empleo y el desempleo, así como las características de los ocupados.

Durante el curso académico 2022-2023, se registró un total de 201.759 estudiantes que lograron obtener una titulación de grado en el sistema universitario español. Además, 153.119 alumnos completaron un máster, y 11.784 alcanzaron el nivel de doctorado. Las universidades privadas están ganando relevancia, ya que actualmente representan el 20,3% de los graduados en grado y el 52,6% de los titulados en máster, superando por primera vez a las universidades públicas en este último nivel. En cuanto al doctorado, las instituciones privadas tienen una participación del 6,2%.

Es importante señalar que la mayoría de los titulados universitarios son mujeres. No obstante, a medida que se incrementa el nivel académico, su participación disminuye. En términos concretos, las mujeres constituyen el 60,9% de los egresados de grado, el 59,8% de los graduados de máster y solo el 49,8% de los doctores.

Respecto a los titulados de nacionalidad extranjera, se observa una tendencia opuesta: constituyen el 25,7% de los graduados en doctorado, el 24,2% de los que han obtenido un máster, y el 5% de los que cuentan con un título de grado.

En cuanto a los grados, los sectores más prominentes son negocios, administración y derecho, que representan el 19,3% del total de titulados, seguidos por salud y servicios sociales con un 17,6%, y educación, que alcanza un 16,7%. En el caso de los másteres, el área de educación se destaca notablemente, con un 30,6% del total de graduados, impulsado principalmente por el máster habilitante para convertirse en profesor de secundaria. Le sigue a gran distancia el sector de negocios, administración y derecho, que representa un 20,9%. Por otro lado, en el ámbito del doctorado, las disciplinas más sobresalientes son las de ciencias con un 23%, así como salud con un 19%.

Las universidades privadas tienen una mayor participación en los campos de educación, salud y negocios, administración y derecho. En contraste, los sectores donde su presencia es menor incluyen ciencias e ingeniería, así como industria y construcción.

En España, se observa una tendencia a la baja en el número de titulados en STEM.

En el año 2022, el 18,7% de los graduados universitarios en España se especializó en disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), un porcentaje que contrasta con el 26% registrado a nivel europeo. Este dato coloca a España como el cuarto país con la cifra más baja entre los 27 estados miembros de la UE, muy por detrás de Alemania, que lidera con un impresionante 36%, así como de Finlandia y Francia, que rondan el 29%. Además, durante la última década, específicamente entre 2013 y 2022, se ha observado una caída de más de seis puntos porcentuales en estas áreas en España, mientras que la media de la UE-27 ha experimentado un incremento de 1,2 puntos.

Un nivel de estudios más alto se traduce en mejores condiciones laborales y ingresos más elevados, aunque aún se encuentran por debajo de los valores de la Unión Europea.

Según Montse Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD, “la baja participación en STEM afecta negativamente a la competitividad económica de España y ralentiza el desarrollo tecnológico y científico del país. Entre las posibles causas se encuentra una promoción insuficiente en la educación secundaria, donde los estudiantes pueden no recibir la orientación adecuada sobre las oportunidades y beneficios de las carreras STEM. Además, estas suelen percibirse como más difíciles y exigentes, lo que puede desanimar a los estudiantes. Métodos de enseñanza poco atractivos y la persistencia de estereotipos de género, que disuaden especialmente a las mujeres, también pueden ser factores que contribuyan a la baja participación en estas áreas. Además, la percepción de que existen pocas oportunidades laborales en STEM en España, en comparativa internacional, junto con unas condiciones salariales no suficientemente atractivas y la baja inversión en investigación y desarrollo en nuestro país, pueden limitar aún más la preferencia por estos campos”.

La competitividad económica de España se ve afectada negativamente por la escasa participación en STEM, según lo expuesto por Montse Álvarez, del gabinete técnico de la Fundación CYD. Un factor importante es la falta de promoción adecuada durante la educación secundaria, donde muchos estudiantes no reciben información suficiente sobre las ventajas y oportunidades que ofrecen las carreras STEM. La dificultad y exigencia percibida de estas disciplinas también puede desmotivar a los jóvenes. Además, métodos pedagógicos poco estimulantes y estereotipos de género persistentes tienden a desalentar particularmente a las mujeres. Por otra parte, existe una percepción generalizada acerca de las escasas oportunidades laborales en el ámbito STEM dentro de España, especialmente si se compara con otros países; esto se suma a condiciones salariales que no resultan atractivas y a una inversión insuficiente en investigación y desarrollo, lo cual limita aún más el interés por estos sectores.

La disminución en España se atribuye principalmente a la reducción del peso relativo de los titulados en los campos de ingeniería, industria y construcción, que experimentaron una caída de 5,6 puntos. En comparación, la proporción de titulados en estas áreas STEM entre la población de 20 a 29 años era de 13,9 por mil en España, mientras que en la Unión Europea (UE) alcanzaba 19,9 por mil, superando a solo seis países de un total de 27. Durante la última década, esta relación se redujo casi un punto en España, a diferencia de la UE, donde mejoró en 3,5 puntos porcentuales.

Enfoque autonómico: la tasa de empleo y el paro entre los graduados superiores.

En España, el porcentaje de personas con estudios superiores entre los 25 y 64 años alcanza el 41,1%, superando en 6,3 puntos la media de la UE. Por otro lado, un 35,8% de la población solo cuenta con estudios obligatorios, lo que representa el segundo porcentaje más alto entre los 27 países de la Unión Europea, donde la media es del 20,2%. Además, el 22,7% tiene formación postobligatoria no terciaria, siendo esta la cifra más baja dentro de la UE. En cuanto a la formación profesional de grado medio, solo un 10% de los españoles posee este nivel educativo, en comparación con el 34,8% de la UE.

El Informe CYD destaca que hay una relación directa entre el nivel educativo y las tasas de actividad y empleo, mientras que se observa una relación inversa con la tasa de desempleo. Sin embargo, al analizar la situación en comparación con otros países de la UE, se evidencia que España presenta condiciones laborales más desfavorables: en el año 2023, la tasa de empleo de los graduados superiores alcanzó el 83,7%, en contraste con el 87,6% de la Unión Europea, y la tasa de desempleo fue del 6,8%, frente al 3,5% europeo.

Entre los trabajadores, se puede notar que a medida que aumenta el nivel educativo, la cantidad de empleados con contratos temporales o que laboran a tiempo parcial disminuye, mientras que los ingresos tienden a ser más altos. En el año 2023, la renta media equivalente de aquellos con títulos universitarios en España alcanzó los 27.101 euros, lo que representa un incremento del 64,7% en comparación con quienes solo completaron la educación obligatoria, y un 34,8% más que los graduados en estudios postobligatorios no terciarios. Sin embargo, estas diferencias salariales son menores que las reportadas por la Unión Europea, donde las cifras promedio son del 74,5% y del 45,4% respectivamente. En todos estos casos, la renta media equivalente en la UE es superior a la española, alcanzando los 31.447 euros frente a los 27.101 euros mencionados para los graduados superiores.

Las mujeres enfrentan condiciones de inserción laboral que son menos favorables en comparación con los hombres. En España, se observa que la tasa de actividad es inferior en 3,9 puntos para ellas, mientras que la tasa de empleo es menor en 6,1 puntos. Además, las mujeres tienen una mayor tasa de desempleo, con una diferencia de 2,6 puntos, y un porcentaje más alto de trabajo a tiempo parcial, alcanzando el 14,3% frente al 4,4% de los hombres. También se registra una mayor temporalidad en el empleo femenino, con un 17,9% en comparación con el 11,4% masculino. Por último, los ingresos de las mujeres son inferiores en un 4,9% respecto a sus colegas varones. En este sentido, la brecha salarial por género es menor en nuestro país (4,9%) que el promedio europeo (9,8%).

En el año 2023, las comunidades autónomas de Madrid y País Vasco se destacaron por tener más del 50% de su población de entre 25 y 64 años con estudios superiores, alcanzando un 50,5% y un 55,7%, respectivamente. Estos porcentajes los convierten en las regiones con mayor proporción de personas altamente educadas en España.

La tasa de empleo para aquellos que poseen títulos superiores oscilaba entre el 75% y el 87%. Las cifras más elevadas se registraron en Cataluña (86,8%), La Rioja (86,6%), País Vasco (86,2%) y Madrid (86,2%).

En el año 2023, los graduados superiores de entre 25 y 64 años mostraban tasas de desempleo que variaban en diferentes comunidades autónomas. En el País Vasco, la tasa se situaba en un 4,3%, mientras que en Cataluña alcanzaba el 5%. Por otro lado, en La Rioja, el porcentaje era del 5,3%, y en Aragón, del 5,5%. Estos datos contrastan notablemente con las cifras más altas de desempleo, como el 9,7% registrado en Canarias, así como el 10,4% en ambas comunidades de Andalucía y Extremadura.

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