Investigadores de la Universidad de Jaén han desarrollado una innovadora técnica que optimiza la producción de abonos a partir del alperujo, un subproducto del aceite de oliva. Este método no solo reduce los costes y tiempos en el proceso, sino que también mejora la calidad del compost, permitiendo un control más eficaz sobre su madurez y seguridad para su uso agrícola.
El alperujo se genera durante la extracción del aceite de oliva mediante centrifugación y está compuesto por agua, pulpa, piel y hueso de aceituna, además de una pequeña cantidad de aceite residual. Su gestión es crucial, ya que puede ser utilizado en diversas aplicaciones como la producción de aceite de orujo, alimentación animal o como fertilizante.
Técnica avanzada para el control del compostaje
La investigación liderada por los científicos andaluces implica un procesado natural en el que el alperujo se descompone junto con otros residuos agrícolas y ganaderos para crear un abono nutritivo. El sistema propuesto utiliza espectroscopía de fluorescencia, una tecnología que permite conocer con precisión el estado de madurez del compost. Según Ana Domínguez, investigadora principal del estudio, “este sistema proporciona información valiosa sobre las propiedades químicas de la biomasa en descomposición”.
Este enfoque representa un avance significativo respecto a los métodos tradicionales, que suelen ser laboriosos y costosos. La espectroscopía permite monitorear los cambios en la materia orgánica durante el proceso de compostaje, facilitando así una producción más eficiente y sostenible.
Beneficios para la agricultura sostenible
Con esta nueva técnica, se espera reducir errores humanos y mejorar la homogeneidad del compost producido. Esto es especialmente relevante en instalaciones industriales donde la calidad final del producto es esencial. Además, los indicadores clave como el tiempo de compostaje y la relación carbono-nitrógeno son analizados para garantizar un abono óptimo.
Domínguez enfatiza que “al aplicar esta tecnología, los agricultores pueden estar seguros de que el compost utilizado es de alta calidad”, lo cual favorece el crecimiento saludable de las plantas sin riesgos asociados a toxicidades.
Este avance no solo transforma residuos contaminantes en recursos valiosos para la agricultura, sino que también contribuye a reducir el uso de productos químicos en los cultivos.
Impacto positivo en el medio ambiente
A pesar de ser un proceso natural, el compostaje puede verse afectado por factores externos como el clima y la disponibilidad de oxígeno. Sin embargo, este nuevo enfoque promete mejorar significativamente la sostenibilidad del compostaje a gran escala al permitir un mayor control sobre todo el proceso. Esta investigación ha sido financiada por un proyecto del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en colaboración con el Centro de Instrumentación Científico Técnica (CICT) de la Universidad de Jaén.