El auge del True Crime: Claves para su éxito
La creciente fascinación por el género del true crime ha atraído a un público diverso, desde abogadas y periodistas hasta guionistas y estudiantes de audiovisual. Este fenómeno se ha puesto de manifiesto en el curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) titulado “El éxito del True Crime y otros géneros entre la ficción y la realidad”, dirigido por Ana Pastor, fundadora de Newtral. En la jornada inaugural, Pastor destacó que lo esencial para crear un buen true crime es “la ética”.
Carles Porta, creador del exitoso programa Crims, compartió su experiencia con una audiencia entusiasta. Porta, reconocido por ser el productor del programa más descargado en España sobre este género, habló sobre su proceso creativo. Reconoció que sus influencias provienen de obras clásicas como A sangre fría de Truman Capote y La canción del verdugo de Norman Mailer.
Definiendo el True Crime
Porta describió el true crime como un género narrativo autónomo, enfatizando que debe tener “una vocación clarísima de relato”, alineándose con la noción de ‘no ficción’ utilizada por Capote. Para él, lo más importante no es la cantidad de crímenes en una historia, sino los giros argumentales que esta pueda ofrecer.
A pesar de contar con episodios que incluyen múltiples asesinatos, Porta subrayó que las narrativas más intrigantes son aquellas que mantienen al espectador enganchado a través de sorpresas constantes. Un ejemplo fue su episodio sobre el celador de Olot, donde reconoció que la historia original se agotaba rápidamente y necesitaba ser reestructurada para maximizar el impacto narrativo.
Moralidad y ética en la narrativa criminal
Un aspecto crucial en la creación de estos relatos es obtener el consentimiento de las familias afectadas. Según Porta, “solo un pequeño porcentaje pide que no se haga”, lo que indica una disposición general a compartir sus historias. Sin embargo, él opta por no contar ciertos casos si esto implica un sufrimiento adicional para los familiares.
El siguiente paso en su proceso es recopilar información exhaustiva sobre cada caso, comenzando por los sumarios judiciales. Aunque a veces resulta complicado acceder a ellos, Porta mencionó que la colaboración reciente entre jueces y fiscales ha facilitado este acceso.
Búsqueda de protagonistas reales
Porta enfatiza la importancia de incluir personajes reales en sus documentales, aunque reconoce que muchos profesionales como policías deben ser entrevistados extensamente para salir del formato rígido típico de los informes policiales. Además, utiliza una voz en off que actúa como guía sutil pero fundamental para mantener el interés del espectador.
Una vez recopilada toda la información necesaria, el material se entrega al equipo encargado de producción. Este equipo decide qué imágenes grabar para complementar las declaraciones orales y busca detalles visuales que realcen la narrativa sin distraer al público.
Música y montaje: claves emocionales
El montaje final es donde realmente se construyen las emociones; aquí, la música juega un papel vital aunque debe integrarse sutilmente. Porta afirmó que “el alma de un buen episodio es la música”, resaltando su capacidad para evocar sentimientos profundos sin ser demasiado evidente.
Cerrando su intervención con humor, Porta resumió su enfoque diciendo que para realizar un true crime, son necesarias tres R: “rigor, respeto (tanto al espectador como a las víctimas) y ritmo narrativo”. Esta fórmula parece ser clave para captar la atención del público contemporáneo hacia este género tan intrigante.