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Música histórica

El ICCMU presenta el órgano más antiguo de la cristiandad tras 800 años en silencio
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El ICCMU presenta el órgano más antiguo de la cristiandad tras 800 años en silencio

viernes 12 de septiembre de 2025, 11:00h

El Instituto Complutense de Ciencias Musicales presenta un órgano del siglo XI, el más antiguo de la cristiandad, restaurado tras 800 años en silencio, revelando su historia musical y cultural.

El pasado 9 de septiembre, el Museo de Tierra Santa en Jerusalén fue escenario de un evento histórico: la presentación de un órgano del siglo XI, traído por los cruzados a la ciudad y que había permanecido en silencio durante más de 800 años. Esta experiencia única de escuchar cómo sonaba un órgano hace mil años fue posible gracias a un proyecto de investigación internacional liderado por el musicólogo David Catalunya, en colaboración con el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), el Terra Sancta Museum y la Custodia de Tierra Santa.

Álvaro Torrente, director del ICCMU, destacó durante la presentación que, aunque hoy en día es común encontrar órganos en las iglesias cristianas, cuando este instrumento llegó a la Basílica de la Natividad era una verdadera novedad. “Era el instrumento musical más vanguardista utilizado entonces en el culto, diseñado para convertirse en el emblema de la música sacra”, afirmó.

Torrente también subrayó que “el órgano de Belén no solo es un maravilloso tesoro antiguo que ahora podemos contemplar en este museo, sino que también representa una fuente extraordinaria de conocimiento sobre la creación musical, la ingeniería y la artesanía europeas”. Comparó su descubrimiento con “encontrar un dinosaurio viviente”, algo impensable que se ha hecho realidad ante nuestros ojos y oídos.

Un hallazgo fortuito y su historia

El arqueólogo y director de las secciones Histórica y Multimedia del Terra Sancta Museum, Eugenio Alliata, relató que el descubrimiento del órgano ocurrió por casualidad hace más de un siglo, específicamente en 1906, durante la construcción del Hospicio Franciscano para Peregrinos en Belén. En una antigua crónica del archivo de la Custodia se menciona el hallazgo de 250 tubos antiguos junto con 11 campanas. Aunque estos elementos fueron exhibidos en el Museo de los Franciscanos de Jerusalén, nunca se restauraron hasta ahora.

David Catalunya, líder del proyecto, explicó que “este órgano fue construido en el siglo XI, lo que nos sitúa muy cerca de los orígenes de la tradición organística en la cristiandad”. Este instrumento despertó gran entusiasmo y rápidamente se convirtió en símbolo dentro de la iglesia latina.

Las evidencias históricas sugieren que el órgano presentado se fabricó a principios del siglo XI y fue utilizado en algún lugar de Francia antes de ser llevado a Tierra Santa a comienzos del siglo XII. Tras ser empleado en la Iglesia de la Natividad, fue desmantelado a inicios del siglo XIII para protegerlo ante nuevas invasiones. Los clérigos latinos cuidaron este material con esperanza hasta que finalmente ha llegado el momento de su recuperación casi ocho siglos después.

Análisis y restauración del órgano antiguo

Catalunya resaltó que los tubos han llegado a nosotros en “un estado increíblemente conservado”, lo cual permite afirmar que no solo es el más antiguo conocido dentro del ámbito cristiano, sino posiblemente también uno de los instrumentos más antiguos del mundo con su sonido original intacto. La investigación realizada por el ICCMU incluyó un análisis exhaustivo con más de 5.000 mediciones para evaluar todos los parámetros posibles.

A partir del único material original conservado —los tubos— se emprendió el diseño y reconstrucción de las puertas del órgano. Inicialmente, se planeaba revivir este instrumento mediante una réplica; sin embargo, durante las investigaciones se descubrió que ocho tubos originales aún sonaban igual que hace mil años.

Aprovechando tratados medievales sobre construcción orgánica, lograron reconstruir las piezas faltantes. Las marcas dejadas por los organeros antiguos permitieron afinar los tubos tal como se hacía hace un milenio. Antes del esperado momento inaugural donde resonaría nuevamente el órgano, Catalunya advirtió que “el proyecto durará varios años” debido a las complejidades involucradas.

Nuevas perspectivas sobre sonoridad e historia musical

Winold van der Putten, organero parte del equipo investigador, expresó su deseo por completar la reconstrucción total del instrumento. Afirmó que “el sonido producido es totalmente diferente al de otros órganos” conocidos hasta ahora. Esta singularidad podría ofrecer nuevas revelaciones tanto para músicos interesados en música medieval como para aquellos dedicados a crear música moderna.

Koos van de Linde, experto también involucrado en esta investigación, coincidió al señalar que escuchar cómo algunos tubos volvían a cobrar vida tras siglos bajo tierra fue profundamente conmovedor. La esperanza depositada por los cruzados al enterrarlos parece haberse cumplido finalmente.

Campanas afinadas: otro hallazgo excepcional

Acompañando a los tubos se encontraron once campanas afinadas, lo cual es considerado único ya que representa el único carillón afinado conservado globalmente. Catalunya planteó interrogantes sobre cómo interactuaban musicalmente estas campanas con el órgano; cabe mencionar que también tienen grabados los nombres correspondientes a las notas musicales.

Catalunya concluyó afirmando: “existe una tradición notable donde órganos y campanas suenan juntos”, algo observable incluso en miniaturas medievales. El evento finalizó con palabras de Stéphane Milovitch, presidente del Consejo Directivo del Terra Sancta Museum, quien anunció que tanto el órgano como las campanas ocuparán un espacio destacado dentro del museo para actividades educativas dirigidas a comunidades locales y visitantes internacionales.

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