El proyecto europeo ALEHOOP, tras casi cinco años de investigación y una inversión de 5,1 millones de euros, ha concluido con éxito, estableciendo las bases para un modelo innovador en la producción de proteínas sostenibles. Este modelo se centra en el aprovechamiento de biomasas residuales vegetales, como las macroalgas y los subproductos derivados del procesamiento de legumbres.
Desarrollado por un consorcio internacional bajo el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, ALEHOOP ha validado en plantas piloto varios procesos de biorrefinería verde. Estos procesos permiten obtener ingredientes de alto valor nutricional tanto para la alimentación humana como animal, al tiempo que se reduce significativamente el impacto ambiental.
Innovación desde Galicia: Valorización de algas
Uno de los hitos más destacados del proyecto es la valorización de algas verdes extraídas durante las limpiezas de bancos marisqueros en las Rías Baixas. Esta tarea ha sido liderada por ANFACO-CYTMA –ATIGA–. Cada año, se retiran más de 3.300 toneladas de esta biomasa, lo que representa un coste significativo para las cofradías gallegas.
Gracias a los esfuerzos realizados en el marco del proyecto ALEHOOP, ANFACO ha desarrollado un proceso innovador que transforma esta biomasa en proteínas funcionales y fibra adecuadas para piensos acuícolas. Este proceso abarca varias etapas:
- Limpieza y flotación con microburbujas, eliminando hasta el 50% de arenas y conchas.
- Hidrólisis enzimática, logrando un rendimiento del 60% en proteína.
- Filtración y secado, estabilizando el producto final.
Dichas técnicas han sido optimizadas a nivel laboratorio y posteriormente validadas a escala piloto (TRL 6).
Aprovechamiento integral y beneficios ambientales
Además, ANFACO-CYTMA – ATIGA realizó una caracterización exhaustiva de la biomasa, incluyendo análisis nutricionales, microbiológicos y toxicológicos. También se llevaron a cabo ensayos con pretratamientos a alta presión y ultrasonidos. Los resultados obtenidos al incluir estas proteínas en piensos acuícolas, validados por la Universidad de Cádiz, confirman su eficacia y seguridad alimentaria, así como su baja huella ambiental.
Este avance no solo promueve la economía circular al reducir el desperdicio de recursos marinos, sino que también mejora la salud de los ecosistemas costeros y genera nuevas oportunidades económicas para las comunidades pesqueras gallegas. La iniciativa está alineada con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluyendo el ODS 2 (Hambre cero), ODS 12 (Producción y consumo responsables), ODS 13 (Acción por el clima) y ODS 14 (Vida submarina).
Nuevas fuentes proteicas: Legumbres como alternativa sostenible
Aparte del caso gallego, el proyecto ALEHOOP ha demostrado exitosamente cómo utilizar subproductos del altramuz y otras legumbres para obtener ingredientes proteicos con concentraciones que alcanzan hasta un 80%. Estos ingredientes son aplicables tanto en alimentos funcionales como en piensos destinados a peces, aves de corral y lechones, mostrando mejoras significativas en indicadores relacionados con la salud animal.
Asimismo, se ha elaborado una guía sobre diseño responsable para productos alimentarios que incluye evaluaciones sobre envases sostenibles y estrategias para generar confianza entre los consumidores. El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) realizado sobre estos procesos ha evidenciado una notable reducción en la huella de carbono, consolidando a estas biorrefinerías como una alternativa sostenible frente a las proteínas convencionales.