Cada año se desperdician 931 millones de toneladas de alimentos, lo que implica la emisión de CO2 y el uso de recursos como el agua. La científica Leire Goñi ha desarrollado envases biodegradables con nanopartículas antimicrobianas y antioxidantes para mejorar la conservación de los alimentos y prevenir el desperdicio alimentario. Estos envases también pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente al descomponerse más rápido en aguas residuales. Los materiales creados podrían ser utilizados en otros campos como la medicina, tratamiento y purificación de agua, eliminación de contaminantes del aire, entre otros.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, 2021) ha informado que cada año se desperdician 931 millones de toneladas de alimentos. Esta sobreproducción implica el uso de recursos como el agua y la emisión de CO2 a la atmósfera debido tanto a la producción de los alimentos como a la eliminación de los residuos.
La científica Leire Goñi ha llevado a cabo una tesis doctoral sobre envases biodegradables para la conservación de alimentos, titulada "Desarrollo de nanocomposites antibacterianos y sostenibles con aplicación en envasado alimentario". La investigación fue dirigida por la catedrática de Química-Física de la Universidad de Navarra, Itziar Vélaz.
Según Leire Goñi, se sugiere utilizar envases activos que contengan sustancias antioxidantes o antimicrobianas como nanopartículas metálicas y conservantes alimentarios para mejorar la conservación de los alimentos y prolongar su vida útil, con el objetivo de prevenir el desperdicio alimentario.
La química navarra afirma que al incorporar aditivos en el envase en lugar de directamente en el alimento, se reduce la alteración del producto y los riesgos para el consumidor. Las nanopartículas presentes en estos aditivos generan radicales de oxígeno al captar la luz, lo que resulta tóxico para las bacterias pero inofensivo para las personas. Además, los conservantes alimentarios también son sustancias antimicrobianas que previenen el crecimiento de hongos, levaduras o bacterias en la comida.
Según la investigación, las nanopartículas pueden ayudar a degradar el plástico en diferentes condiciones de humedad y temperatura, lo que puede tener un impacto positivo en el medio ambiente. Los envases de plástico biodegradables con nanopartículas se descomponen tres veces más rápido en aguas residuales de depuradora que los plásticos sin ellas. Este hallazgo es prometedor porque podría permitir una eliminación más rápida de los envases alimentarios y contribuir al cuidado del planeta.
Leire Goñi ha obtenido resultados positivos en sus últimos ensayos de alimentos, ya que se ha observado una mejor conservación de las propiedades fisicoquímicas en queso y manzana empaquetados en los films que ha desarrollado. Actualmente, está investigando la eficacia de estos envases en comparación con los tradicionales y también está probando otros tipos de alimentos para comprobar su efectividad.
Según Goñi, aunque el estudio se enfocó en la industria alimentaria, los materiales creados podrían ser utilizados en otros campos como la medicina (para prótesis y dispositivos implantables, así como para la liberación controlada de medicamentos), tratamiento y purificación de agua, eliminación de contaminantes del aire, entre otros.
Leire Goñi ha obtenido su graduación en Química y Bioquímica en 2017 y 2021 respectivamente, así como un máster en Profesorado en 2018 y su doctorado en 2022 por la Universidad de Navarra. Actualmente, se prepara para comenzar una estancia postdoctoral en la Sorbonne Université de París.
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