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Descubre cómo el oversharing está arruinando la salud mental de la Generación Z en España: Los datos te sorprenderán

martes 10 de diciembre de 2024, 11:41h
El acceso temprano a móviles y redes sociales entre jóvenes genera preocupación por la adicción y el "oversharing", afectando la salud mental. Un estudio de Línea Directa en España revela que el 55% de los síntomas de ansiedad y el 52% de depresión están vinculados a su uso. Se proponen recomendaciones para un uso saludable.

El acceso a su primer móvil y a las redes sociales está ocurriendo cada vez más temprano entre los jóvenes. De hecho, algunos gobiernos han comenzado a intervenir en este asunto, considerando incluso la posibilidad de prohibir su uso entre los preadolescentes. La principal razón detrás de estas medidas es la adicción que provocan estas plataformas, así como el fenómeno conocido como "oversharing", que se refiere a compartir sin control aspectos de la vida privada en línea.

En España, se ha encontrado que la adicción a las redes sociales está asociada con el 55% de los síntomas de ansiedad, el 52% de los síntomas de depresión, y el 48% de los comportamientos agresivos hacia los demás.

El estudio titulado “Oversharing: Adictos a compartirlo todo. Consecuencias psicológicas de la adicción a las redes sociales en España”, realizado por el Seguro de Salud de Línea Directa, ha llegado a algunas conclusiones relevantes. Este análisis se basa en los resultados obtenidos de 1.700 encuestas llevadas a cabo en diversas partes de España, donde se evaluó el tiempo real que los participantes dedican al uso del teléfono y las redes sociales.

Además, se han empleado instrumentos psicométricos validados, ampliamente utilizados a nivel global en los campos de la psicología y la salud mental.

El presente informe ha sido elaborado en colaboración con Ruth Castillo-Gualda, experta en Inteligencia Emocional, y Juan Ramos-Cejudo, especialista en Intervención de la Ansiedad y el Estrés. Ambos son profesores en la Facultad de Salud de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). Su propósito es profundizar en el fenómeno del oversharing, analizar el comportamiento de los españoles en las redes sociales, evaluar cómo su uso impacta la salud mental de las personas, y ofrecer recomendaciones preventivas que ayuden a los usuarios, especialmente a aquellos en la preadolescencia, a evitar caer en la adicción a estas plataformas.

El fenómeno del oversharing en España ha cobrado relevancia en los últimos años. Cada vez más personas comparten detalles íntimos de sus vidas en las redes sociales, lo que ha generado un debate sobre los límites de la privacidad.

Según un estudio reciente, muchos usuarios sienten la necesidad de mostrar su vida personal para obtener validación social. Esto ha llevado a que se cuestionen las consecuencias de esta práctica. Algunos expertos advierten que el oversharing puede tener efectos negativos en la salud mental de los individuos.

"La exposición constante a la vida de los demás puede provocar sentimientos de insuficiencia y ansiedad,"A medida que avanza la tecnología, es probable que el oversharing continúe siendo un tema candente en la sociedad española, ya que cada vez más personas buscan conectar con otros a través de sus experiencias personales.

Asimismo, la adicción a permanecer conectados durante todo el día provoca que los usuarios compartan más información de lo que normalmente harían. Sin darse cuenta, esta sobreexposición puede tener efectos perjudiciales en su salud mental. Como resultado, se ha generado una exposición excesivamente detallada de la vida personal de los usuarios.

La dependencia cada vez mayor de las redes sociales como medio para la validación social y la conexión emocional lleva a muchas personas a dedicar una cantidad significativa de tiempo a compartir aspectos de su vida personal en busca de reconocimiento y pertenencia. En términos concretos, el tiempo que pasamos frente a las pantallas se asemeja al que dedicamos a dormir, ya que estamos constantemente conectados a nuestros smartphones. Por ejemplo, los españoles pasan en promedio 6 horas al día utilizando sus teléfonos móviles, mientras que la generación Z, que abarca edades de 16 a 30 años, supera las 7 horas diarias, de las cuales aproximadamente 4 horas se destinan exclusivamente a las redes sociales.

En realidad, un total de 6,5 millones de usuarios en España que utilizan redes sociales admiten que comparten detalles personales sobre sus vidas. Además, el 16% de la población española afirma que publica fotos en sus redes sociales con una frecuencia alta o muy alta.

En cuanto a las comunidades autónomas, se observa que Extremadura lidera con un 20%, seguida de Aragón, Comunidad de Madrid, Galicia y Cataluña, todas con un 19%. Estas son las regiones donde el porcentaje de población que comparte fotografías en sus redes sociales de forma frecuente o muy frecuente es más alto. Por otro lado, en la parte baja de la lista se encuentran Navarra con un 8%, Asturias con un 9%, y la Comunidad Valenciana, que alcanza solo el 10%.

El impacto del uso inadecuado de las redes sociales en el bienestar emocional es significativo. Este fenómeno ha sido objeto de estudio en diversas investigaciones, que han revelado cómo la interacción digital puede influir negativamente en la salud mental de los individuos.

Por ejemplo, "Las redes sociales pueden generar sentimientos de ansiedad y depresión entre los usuarios debido a la constante comparación con otros,". Además, se ha observado que el tiempo excesivo dedicado a estas plataformas puede llevar a un aislamiento social, lo que agrava aún más el estado emocional de las personas.

    • Aislamiento social: La interacción virtual no siempre sustituye la conexión humana real.
    • Comparaciones negativas: Los usuarios tienden a comparar sus vidas con las presentadas por otros, lo que puede resultar perjudicial.
    • Anxiety: El miedo a perderse algo (FOMO) puede intensificar la ansiedad.

En resumen, el mal uso de las redes sociales puede tener consecuencias graves para el bienestar emocional, y es fundamental ser conscientes de cómo interactuamos en estos espacios digitales.

El aumento de los problemas de salud mental puede atribuirse al uso intensivo de las plataformas digitales. Aquellos que dedican más tiempo a compartir una vida idealizada en línea son, a menudo, los que enfrentan mayores dificultades en su salud mental. En España, se ha encontrado que el 55% de los síntomas clínicos de ansiedad, el 52% de los síntomas de depresión, y el 48% de los comportamientos agresivos están vinculados a la adicción a las redes sociales.

Actuamos como influencers y nos encontramos atrapados en la búsqueda de la perfección.

Una de las conclusiones que se extraen sobre el impacto del uso de las redes sociales en la salud mental es que aquellas personas que no consiguen gestionar sus emociones de manera adecuada son las más propensas al oversharing. En este contexto, se ha observado que el 30% del oversharing está vinculado a la dificultad para regular las emociones. Por otra parte, quienes tienen menos habilidades para manejar sus sentimientos tienden a desarrollar una mayor adicción a estas plataformas. De hecho, emociones como sentir nervios o experimentar agresividad hacia otros son factores que contribuyen en un 30% a la adicción a las redes sociales.

El informe también revela que las pantallas representan una estrategia perjudicial, y que las redes sociales son utilizadas por las personas como un método ineficaz para gestionar sus emociones. Según los datos, el tiempo dedicado a estas plataformas afecta en un 20% los síntomas de ansiedad, depresión e ira.

La necesidad de exhibir una imagen idealizada en estas plataformas provoca que los usuarios actúen como auténticos influencers. Un 51% de ellos mantiene su perfil en modo público, y hay alrededor de 2,7 millones de personas que poseen más de 2.000 seguidores. Además, quienes participan en la red tienden a presentarse como seres perfectos con vidas ideales. Casi 4 de cada 10 usuarios recurre al uso de filtros para eliminar cualquier imperfección, mientras que un 64% de las personas comparte únicamente momentos de felicidad en sus publicaciones, lo que contribuye a crear una imagen distorsionada de sus existencias.

Este comportamiento, que se centra en mostrar solo una faceta de nuestras vidas, puede tener un impacto negativo en la salud mental de los usuarios. Esto se debe a que tendemos a compararnos con los demás, lo cual genera frustraciones que, en ocasiones, son difíciles de manejar.

La Generación Z se presenta como un grupo particularmente vulnerable.

Cuando se trata de adicción a las redes sociales y la salud mental, los jóvenes constituyen un grupo especialmente vulnerable. La Generación Z dedica, en promedio, más de 7 horas al uso de sus dispositivos electrónicos. Además, 1 de cada 4 jóvenes reconoce que utiliza sus smartphones durante más de 8 horas al día. Por otro lado, el 42% de los jóvenes confiesa haber pasado más tiempo del que había planeado en plataformas como Instagram o TikTok.

En este escenario, no solo la Generación Z dedica más tiempo a las pantallas, sino que también evidencia una mayor adicción a las plataformas digitales y experimenta más síntomas emocionales, tales como ansiedad y depresión, en comparación con otras generaciones. Además, los jóvenes tienden a utilizar las redes sociales como un recurso para mitigar sus problemas de salud emocional. De hecho, el 41% de los usuarios pertenecientes a la Generación Z (en contraste con el 23% del promedio general) admite haber recurrido a estas plataformas para aliviar sentimientos de culpa, ansiedad, impotencia o depresión.

Finalmente, se ha observado que los jóvenes son quienes reciben una mayor cantidad de comentarios ofensivos en las plataformas digitales en comparación con otros grupos de usuarios. Un 55% de los usuarios más jóvenes (en contraste con el 30% de la media general) han experimentado, en algún momento, comentarios despectivos en sus publicaciones.

Recomendaciones para evitar la adicción a las redes sociales.

    • Establecer límites de tiempo: Es fundamental que determines un periodo específico para el uso de estas plataformas.
    • Desactivar notificaciones: Al hacerlo, podrás reducir la tentación de revisar constantemente tu dispositivo.
    • Fomentar actividades offline: Dedica tiempo a hobbies o deportes que no involucren pantallas.
    • Reflexionar sobre el contenido consumido: Pregúntate si realmente vale la pena lo que estás viendo y cómo te hace sentir.
    • Mantener relaciones en persona: Prioriza el contacto cara a cara con amigos y familiares, ya que esto puede ser más gratificante.

A través de estas estrategias, puedes protegerte de los efectos negativos de una conexión excesiva con las redes sociales y disfrutar de un equilibrio más saludable en tu vida digital.

Concienciar acerca de un uso saludable de la tecnología es fundamental, así como educar a la población sobre los riesgos que conlleva la adicción digital. Esto permitirá establecer hábitos de vida saludables desde una edad temprana.

En este contexto, es fundamental implementar límites en el tiempo de uso de las redes sociales. Desde la infancia, se debe evitar la dependencia y promover un uso responsable de las pantallas. Entre los consejos de prevención que deben ser adoptados desde el momento en que los preadolescentes obtienen su primer dispositivo y crean un perfil en una red social, se incluyen desactivar las notificaciones y priorizar el contacto directo en lugar de interactuar con amigos virtuales.

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