A pesar de la conectividad actual, muchos jóvenes sienten soledad y desconexión emocional. La tecnología ofrece soluciones rápidas, pero no sustituye las relaciones humanas genuinas. Para un uso saludable, se deben desarrollar habilidades emocionales, seleccionar contenidos positivos y priorizar interacciones cara a cara sobre la validación digital.
A pesar de que la sociedad actual está más conectada que nunca, parece que establecer relaciones auténticas se vuelve cada vez más complicado. Aunque las redes sociales y las plataformas digitales facilitan la comunicación, muchas de estas interacciones a menudo son superficiales. La soledad y la sensación de desconexión aumentan, convirtiendo a la tecnología en un refugio emocional para muchos. Este fenómeno es especialmente notable entre los jóvenes, quienes, según el estudio de Cigna Healthcare International Health Study, atraviesan un vacío emocional que impacta diferentes áreas de su vida.
- Un 46% de los jóvenes entre 18 y 24 años se siente "olvidado" por su comunidad, lo cual puede reflejar la dificultad de hallar un apoyo emocional genuino a pesar de estar constantemente conectados digitalmente.
- Además, el 27% ha disminuido su participación en actividades sociales en el último año, sugiriendo nuevas dinámicas sociales caracterizadas por un creciente aislamiento, especialmente entre aquellos que buscan respuestas emocionales rápidas, aunque menos exigentes que las interacciones cara a cara.
- Por otra parte, solo el 39% de los jóvenes cree tener la capacidad para gestionar sus emociones, lo que podría indicar una falta de herramientas emocionales adecuadas para enfrentar el estrés y las presiones sociales en un mundo tan digitalizado.
En este contexto, la tecnología se presenta como una posible solución a estos problemas: es accesible, inmediata y superficial. “Si bien la tecnología está proporcionando una respuesta rápida a las necesidades emocionales de los jóvenes, como la sensación de soledad, la búsqueda de validación o el alivio inmediato ante la ansiedad, no podemos ignorar que la verdadera conexión humana sigue siendo insustituible", aclara Elena Luengo, directora de innovación de Cigna Healthcare España. “Las plataformas digitales y los bots conversacionales pueden ofrecer apoyo en momentos puntuales, pero no deben convertirse en un sustituto del entorno cercano de cada uno. Debemos usar la tecnología como una herramienta complementaria, asegurándonos de que no deje de lado lo que realmente sustenta el bienestar emocional: el contacto humano real y el apoyo de quienes nos rodean."
Para promover un uso emocionalmente saludable de la tecnología, los expertos de Cigna Healthcare proponen varias estrategias:
- Desarrollar habilidades para manejar el malestar emocional: Recurrir constantemente a la tecnología como escape ante emociones difíciles puede limitar la adquisición de herramientas efectivas para gestionar esas emociones. Aprender a identificar sentimientos, tolerar incomodidades momentáneas y encontrar formas conscientes de afrontamiento contribuye a una mayor estabilidad emocional y reduce la dependencia del entorno digital.
- Seleccionar conscientemente los contenidos consumidos: En un entorno digital saturado de estímulos, es crucial elegir qué tipo de información se consume diariamente. La exposición continua a contenidos negativos puede afectar directamente nuestra percepción personal. Optar por seguir cuentas que fomenten el bienestar y el pensamiento crítico ayuda a crear una experiencia digital más equilibrada.
- Reconocer que las redes sociales no representan la vida real: El ambiente digital también requiere higiene emocional. Seguir perfiles con estándares poco realistas o mensajes desalentadores puede impactar negativamente en nuestra autoestima. Filtrar contenidos valiosos contribuye a un uso más saludable de las redes.
- No sustituir el reconocimiento social por interacciones digitales: Buscar validación únicamente a través de reacciones en redes sociales puede generar dependencia emocional y aumentar esa sensación de vacío al no recibir el feedback esperado. Las relaciones cara a cara ofrecen una calidad del apoyo que ninguna interacción digital puede igualar.
- No confundir accesibilidad con cercanía emocional: Aunque la tecnología proporciona disponibilidad constante, no siempre ofrece profundidad. Es fundamental reconocer sus límites; una conexión auténtica requiere tiempo y presencia física, algo difícilmente alcanzable mediante dispositivos.