Un innovador proyecto de investigación liderado por la catedrática de Estomatología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Inmaculada Tomás Carmona, promete revolucionar el diagnóstico del cáncer oral. Este estudio busca implementar un método no invasivo y accesible que permita detectar la enfermedad en etapas tempranas, utilizando modelos predictivos basados en datos multiómicos salivales.
Financiado por la Fundación Mutua Madrileña, este esfuerzo coloca a Galicia en la vanguardia de la medicina personalizada. El objetivo principal es mejorar el diagnóstico del cáncer oral mediante la combinación de tecnologías avanzadas, como la secuenciación del microbioma y el análisis proteómico de la saliva, junto con algoritmos sofisticados de inteligencia artificial.
Colaboraciones clave en el ámbito hospitalario
El equipo investigador cuenta con la colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), el Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes (CiTIUS) de la USC y tres importantes hospitales del Servicio Gallego de Salud. Estos centros aportan su experiencia clínica y facilitan el reclutamiento de pacientes, asegurando así que los modelos desarrollados sean aplicables en entornos asistenciales reales.
Entre los colaboradores se encuentran Abel García García, catedrático en Estomatología y jefe del Servicio en el Hospital Clínico Universitario de Santiago; José Luis López Cedrún, del Hospital Universitario de A Coruña; y Pedro Martínez Seijas, del Complejo Universitario Hospitalario de Vigo.
Hacia un diagnóstico más accesible y eficiente
La meta del equipo es integrar esta tecnología en hospitales y centros de atención primaria, permitiendo diagnósticos salivales rápidos, indoloros y precisos. Actualmente, las tasas de curación del cáncer oral superan el 70% si se detecta en fases iniciales, lo que subraya el impacto potencial que podría tener este proyecto.
Además, se prevé que estos modelos puedan ser utilizados en programas de cribado para poblaciones en riesgo, como fumadores o consumidores crónicos de alcohol. Esto no solo reduciría el número de biopsias innecesarias, sino también los costos asociados al diagnóstico tardío. A largo plazo, existe la posibilidad de desarrollar kits diagnósticos comerciales y extender esta tecnología a otras patologías oncológicas detectables a través de la saliva.