La Universidad de Verano de Adeje (UVA) ha lanzado un curso que ha suscitado gran interés, titulado “Estrategias de intervención familiar para potenciar el bienestar en niños y niñas con Necesidades Educativas Especiales”. Este programa, dirigido por la profesora del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la Universidad de La Laguna, Carmen Rodríguez Jiménez, busca involucrar más a las familias en el proceso educativo y terapéutico de sus hijos.
El curso, que ha agotado sus plazas, cuenta con el apoyo docente de Irene Puerta Araña y Soledad Cordero Solís. Está diseñado para profesionales de la educación y la psicología, abordando modelos de intervención adaptados a diversas necesidades educativas. Rodríguez Jiménez enfatiza la importancia de empoderar a las familias: “Es fundamental proporcionarles estrategias y herramientas que puedan aplicar en su vida diaria”, señala.
Enfoque práctico y teórico del curso
La primera sesión del curso se centró en aspectos teóricos, explorando los diferentes tipos de familia y el proceso emocional que enfrentan los padres al aceptar las particularidades de sus hijos. En días posteriores, se abordarán casos específicos como el trastorno del espectro autista, la discapacidad auditiva y el TDAH, proporcionando una guía sobre cómo implementar terapias adecuadas.
Rodríguez Jiménez destaca que el concepto de familia ha evolucionado: “Hoy en día existen diversos modelos familiares que deben ser considerados al diseñar intervenciones”. Esto incluye desde familias monoparentales hasta aquellas reestructuradas o con múltiples figuras parentales. Cada tipo presenta necesidades únicas que afectan tanto a los niños como al entorno familiar.
El papel crucial del apoyo familiar
Los problemas asociados a las necesidades educativas especiales no solo impactan al niño; pueden afectar profundamente a toda la unidad familiar. “Cuando nace un niño con alguna discapacidad, surgen tensiones en la pareja y entre los miembros familiares”, explica Rodríguez Jiménez. Por ello, es vital brindar asesoramiento cercano para ayudar a las familias a manejar estas situaciones.
Además del apoyo familiar, es esencial contar con un equipo multidisciplinario compuesto por psicólogos, orientadores educativos y logopedas. “El apoyo emocional es clave”, subraya Rodríguez Jiménez. También es importante considerar cómo estos desafíos afectan a otros hermanos dentro del hogar.
Una nueva filosofía en la intervención educativa
Durante el curso se presentan programas centrados en la discapacidad auditiva y enfoques como el Programa Hanen, que promueve una terapia centrada en la familia. “Es crucial integrar a los padres en las sesiones”, afirma Rodríguez Jiménez. A diferencia del enfoque tradicional donde los padres son meros observadores, se busca su participación activa durante las intervenciones.
Este cambio de paradigma ya está siendo adoptado en varios países europeos y regiones peninsulares. La directora del curso concluye afirmando que “la inclusión activa de las familias puede transformar significativamente el impacto positivo en el desarrollo de los niños con necesidades educativas especiales”.