El Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat de Cataluña ha presentado el primer mapa global de contaminación lumínica en la región. Este innovador proyecto se ha desarrollado utilizando un modelo matemático avanzado que simula la propagación de la luz artificial en función de sus características físicas nocturnas y la composición atmosférica.
Este trabajo forma parte de la campaña de evaluación de la calidad del cielo nocturno 2024, llevado a cabo por el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), con el apoyo del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB). El nuevo mapa representa un avance significativo en la evaluación y gestión de esta forma de contaminación ambiental, que afecta negativamente a la biodiversidad, la calidad del cielo nocturno y el descanso humano.
Un esfuerzo monumental en cálculo computacional
Más de 600.000 horas de cálculo han sido necesarias para generar este mapa, que abarca por primera vez todo el territorio catalán con una resolución de 1 km². Para calcular el brillo del cielo en más de 32.000 puntos, se han utilizado tres supercomputadoras, incluyendo una del Consorcio de Servicios Universitarios de Cataluña (CSUC).
El mapa global ya está disponible al público en el sitio web del departamento y se planea actualizarlo con datos más precisos en los próximos meses como parte de un proyecto que se extenderá hasta 2026.
Zonas críticas y áreas protegidas
Los resultados indican que las áreas con mayor contaminación lumínica se concentran en el litoral catalán, así como en las grandes ciudades e industrias de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona. En contraste, las zonas interiores y montañosas, especialmente aquellas protegidas contra esta contaminación, como partes del Montsec o el Parque Natural del Alt Pirineu, mantienen una calidad excelente del cielo nocturno.
Más de 1,56 millones de puntos luminosos han sido considerados para ofrecer una visión espacial precisa sobre la situación actual. Esta herramienta no solo permite evaluar el estado presente sino también prever cómo podría cambiar la calidad del cielo nocturno debido a modificaciones en el alumbrado público o nuevas políticas urbanísticas.
Sensores para un monitoreo continuo
El mapa se complementa con datos obtenidos en tiempo real por la Red de Observación de la Contaminación Lumínica (XOCL), que desde hace más de diez años recoge información sistemática sobre el brillo nocturno desde diferentes puntos. Esta base continua es crucial para análisis a largo plazo.
Diversos sensores fijos están distribuidos por todo el territorio, registrando constantemente el brillo del cielo zenital y enviando datos automáticamente a un sistema centralizado para su análisis continuo.
Preservación y conservación ambiental
El nuevo mapa proporciona información esencial sobre el estado del medio natural nocturno, accesible tanto para profesionales dedicados a la conservación como para ciudadanos interesados. Esto permitirá identificar áreas óptimas para preservar y disfrutar actividades astronómicas.
A partir del 2028, más de 9 millones de euros serán destinados a proyectos que reduzcan el impacto ambiental del alumbrado exterior, especialmente en espacios naturales sensibles a esta forma de contaminación. Estas iniciativas están financiadas por el Fondo Climático, que proviene parcialmente del impuesto sobre emisiones contaminantes.