Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla, encabezado por el profesor José Carlos García Gómez, propone la creación de un microsantuario internacional en la Bahía de Algeciras, con el objetivo de proteger al delfín común, especie que se encuentra en peligro de extinción en el Mediterráneo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La Bahía de Algeciras-Gibraltar no solo es un punto estratégico desde el punto de vista geopolítico y comercial, sino que también representa un enclave ecológico valioso. Esta área está atravesada por un cañón submarino cuya morfología y dinámica oceanográfica favorecen la concentración de cetáceos. Este entorno marino se convierte en un lugar atractivo para diversas especies que buscan alimentarse, socializar y reproducirse.
Entre las especies que habitan esta zona se encuentra el delfín común (Delphinus delphis), presente durante todo el año. También son comunes el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el delfín mular (Tursiops truncatus). El equipo investigador ha estado documentando los efectos del tráfico marítimo y la pesca deportiva sobre estos cetáceos durante más de tres años.
Impacto del tráfico marítimo en los cetáceos
A través de más de 2.400 salidas de observación y un análisis exhaustivo de más de 500 avistamientos, han constatado cómo el aumento del tráfico marítimo, especialmente durante los meses estivales, altera significativamente las pautas naturales de comportamiento de estas especies. La investigadora Liliana Olaya-Ponzone advierte: “Lo más preocupante es que cuando no se respetan los protocolos de aproximación, los delfines interrumpen sus conductas naturales, lo que podría comprometer su bienestar y supervivencia a largo plazo”.
Los resultados muestran que en condiciones de baja presión humana, los delfines mantienen comportamientos estables. Sin embargo, cuando varias embarcaciones no cumplen con las normas de navegación responsable, los animales interrumpen sus actividades esenciales y aumentan notablemente la frecuencia de inmersiones profundas, consideradas maniobras evasivas. Estos hallazgos han sido publicados recientemente en revistas científicas internacionales como el Journal of Environmental Management.
La necesidad urgente de adoptar medidas efectivas para la conservación se hace cada vez más evidente.
Estrategias para la conservación del delfín común
La protección del delfín común en la Bahía de Algeciras requiere una acción coordinada entre instituciones, sectores productivos y la sociedad civil. Las administraciones públicas tienen un papel crucial al promover la figura del microsantuario e implementar zonas de navegación regulada. Además, deben reforzar la vigilancia para asegurar el cumplimiento normativo.
A los ayuntamientos y puertos deportivos se les ofrece la oportunidad de instalar señalización informativa en áreas sensibles, así como desarrollar campañas educativas dirigidas a residentes y visitantes. El sector turístico puede contribuir formando al personal sobre buenas prácticas de navegación, mientras que el sector pesquero deportivo debería colaborar evitando solapamientos con zonas donde alimentan estos cetáceos.
Cualquier ciudadano también puede tener un impacto positivo mediante acciones sencillas pero significativas: respetar las distancias seguras al observar delfines y participar en programas responsables o iniciativas comunitarias relacionadas con la ciencia ciudadana.
Sostenibilidad marina y compromiso ecológico
"La Bahía de Algeciras, además de ser rica biológicamente gracias a su cañón submarino, desempeña un papel estratégico en la conectividad ecológica entre el Mediterráneo y el Atlántico", concluyen los investigadores. Proteger este espacio es fundamental para garantizar la sostenibilidad del litoral andaluz y cumplir con compromisos internacionales relacionados con la biodiversidad marina.
Desde la Universidad de Sevilla se aboga por una gestión integrada basada en evidencia científica que equilibre las actividades humanas con la conservación de especies vulnerables. El modelo propuesto podría servir como referencia para otras áreas con alta densidad cetácea tanto en Europa como en el norte de África.
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