Seis estudiantes de la asociación UPCT Makers han dado un paso significativo en el ámbito de la tecnología marina al construir un dron submarino que puede transmitir imágenes del fondo marino. Este innovador dispositivo es el primero de una serie de vehículos que tienen como objetivo monitorizar el estado del Mar Menor.
El dron, fabricado mediante impresión 3D, incorpora motores y un sistema de navegación similar al de los drones aéreos. Según explica el vicepresidente de la asociación, Adrián Vidal, “hemos utilizado el diseño en código abierto de unos jóvenes polacos”. Esta colaboración internacional ha permitido optimizar recursos y conocimientos.
Dron submarino: Un avance tecnológico accesible
Un desafío clave durante el proceso fue garantizar que el dron fuera completamente hermético. La alumna Andrea Xiulan señala que lograron este objetivo utilizando un relleno de resina. El costo total de fabricación del vehículo se ha estimado en apenas 800 euros, lo cual representa una cifra notablemente inferior a la de otros modelos disponibles en el mercado.
El control del dron se realiza a través del mando de una Play Station 4, permitiendo que las imágenes captadas sean visualizadas en tiempo real en un ordenador conectado mediante un cable de transmisión. En palabras de otro miembro del equipo, Pablo Antonio Celdrán, “el siguiente reto es desarrollar un dron submarino autónomo, sin conexión por cable, y comenzar a crear una flota que se pueda coordinar como un enjambre”.
Un equipo comprometido con la innovación
El grupo detrás de este proyecto ha trabajado durante más de un año para desarrollar y probar el dron, comenzando sus ensayos en el tanque de experiencias hidrodinámicas de la UPCT y culminando en aguas del Puerto de Cartagena. Además de Adrián, Andrea y Pablo, el equipo incluye a Eduardo Baeza, estudiante de Ingeniería Electrónica y Automática Industrial; Arturo Martínez, quien cursa Ingeniería Mecánica; y Arturo Morte, del máster en Ingeniería 4.0.
Este ambicioso proyecto ha recibido apoyo financiero a través del Programa THINKINAZUL, respaldado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades con fondos NextGenerationEU (PRTR-C17.I1) y por la Fundación Séneca a través de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM).