Universal Plastic y SEDIA han dado un paso significativo en la lucha contra la contaminación plástica al lanzar un innovador espacio de datos. Esta iniciativa surge ante la crítica falta de información sobre el comportamiento del plástico en los océanos, convirtiendo residuos en conocimiento útil para la sostenibilidad marina.
El nuevo sistema combina inteligencia artificial y tecnología blockchain, permitiendo rastrear el plástico desde su fragmentación hasta su impacto en los ecosistemas acuáticos. Este proyecto se inscribe dentro del programa estatal de digitalización de sectores estratégicos, promovido por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA).
Nueva herramienta para monitorizar la contaminación plástica
La colaboración con el Ayuntamiento de Gijón, el Ayuntamiento de Blanes e Innoceana refuerza esta iniciativa, que se alinea con los principios de la economía azul y la protección de los recursos marinos. El objetivo es claro: transformar la recogida de residuos plásticos en información científica, económica y social que guíe decisiones sobre gestión ambiental.
A través del sistema denominado ONDAs, se busca abordar uno de los principales desafíos de la sostenibilidad marina: la escasez de datos fiables sobre el plástico en el entorno acuático. A medida que estos residuos se descomponen en microplásticos y polímeros solubles, su seguimiento se complica, aumentando su perjuicio para los ecosistemas y la salud humana.
Cinco preguntas clave para entender el problema del plástico
El proyecto pretende responder a cuatro interrogantes fundamentales: ¿Cómo se encuentra el plástico en el mar? ¿Qué cantidad ingresa a la cadena trófica marina? ¿Dónde está actualmente el plástico? Y, ¿cómo podemos traducir esta información en decisiones efectivas?
Universal Plastic ha desarrollado una aplicación que verifica cada recogida de residuos, garantizando así la trazabilidad desde su obtención hasta su análisis. Esto proporciona seguridad, fiabilidad y transparencia en los datos recolectados.
Trazabilidad y colaboración para una economía sostenible
No solo se trata de cuantificar el plástico recogido; este sistema permite conocer detalles precisos sobre dónde, cuándo y cómo se extrajo cada fragmento. Esta información resulta esencial para instituciones, comunidades científicas y empresas comprometidas con la protección de ecosistemas costeros.
El espacio de datos también promueve un modelo económico que favorece el uso sostenible de los recursos marinos, asegurando su regeneración. Así, no solo ofrece datos técnicos, sino que contribuye a una visión a largo plazo donde el compromiso medioambiental y la tecnología son aliados clave en la defensa del patrimonio común.
A lo largo del desarrollo del proyecto, ha sido fundamental contar con el apoyo activo de actores públicos y sociales como el Ayuntamiento de Gijón, el Ayuntamiento de Blanes e Innoceana. Esta colaboración resalta que la tecnología por sí sola no transforma; son las alianzas activas y el conocimiento compartido las que generan un verdadero cambio positivo.
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