Un estudio reciente de expertos de la Universidad de Manchester ha puesto de manifiesto un notable cambio en la vida social británica, evidenciado por una drástica disminución del número de bares y pubs, mientras que los restaurantes han experimentado un crecimiento significativo. Este análisis, publicado en la revista Applied Geography, abarcó más de 1,100 vecindarios en las áreas metropolitanas de Manchester y Nottingham entre 2002 y 2019.
Los hallazgos revelan que el número de bares ha caído aproximadamente un 35%, mientras que el de restaurantes ha crecido en una proporción similar durante el mismo período. Esta tendencia no es aislada; se observa un patrón a nivel nacional, donde miles de pubs han cerrado sus puertas en las últimas dos décadas. Las razones son variadas, incluyendo el aumento de costos, cambios en los hábitos sociales y el impacto devastador de la pandemia del Covid-19.
Cambio Generacional en los Hábitos Sociales
Los investigadores sugieren que este cambio está impulsado por las generaciones más jóvenes, quienes tienden a consumir menos alcohol y prefieren socializar en torno a la comida. Según Jonathan Wood, autor principal del estudio, “nuestros hallazgos muestran un claro movimiento generacional alejado de los locales centrados en el alcohol”. La desaparición de bares se ha vuelto evidente en muchas comunidades, mientras que los restaurantes se están expandiendo a nuevas áreas.
En 2002, aproximadamente el 43% de los vecindarios en Manchester y el 47% en Nottingham carecían completamente de bares. Para 2019, este fenómeno conocido como “desiertos de bares” había aumentado casi veinte veces. En contraste, los restaurantes han dejado atrás su concentración inicial en los centros urbanos para proliferar también en suburbios y zonas residenciales.
El Papel Geográfico en la Transformación Social
La investigación también destaca cómo la geografía influye en esta transformación. Los locales tienden a agruparse cada vez más en áreas centrales bien conectadas, cerca de núcleos comerciales y con buen acceso al transporte público. Por ejemplo, la vida nocturna de Manchester se ha centralizado alrededor de lugares populares como el Northern Quarter y Deansgate, mientras que los bares locales situados en barrios periféricos enfrentan dificultades para sobrevivir.
A diferencia de esto, los restaurantes han logrado expandirse más allá del centro urbano, ofreciendo opciones más variadas en áreas suburbanas. Este cambio refleja una preferencia creciente por actividades recreativas que incluyen salir a comer, consideradas más inclusivas y familiares que simplemente beber.
Implicaciones para las Comunidades Locales
La disminución del número de pubs y bares ha suscitado preocupaciones entre defensores que consideran estos espacios vitales para la comunidad. La nueva investigación resalta cómo estas clausuras están reconfigurando los vecindarios, especialmente aquellos más desfavorecidos donde antes existían opciones sociales asequibles. Aunque el crecimiento de restaurantes podría ofrecer nuevas oportunidades económicas locales, también subraya la necesidad urgente de que planificadores y responsables políticos se adapten a estos cambios en las preferencias del consumidor.
"Nuestro estudio muestra que pubs y bares ya no son el ancla social que solían ser; ahora los restaurantes se están convirtiendo en el punto focal de la vida comunitaria. Esto tiene importantes consecuencias para los consejos locales, la planificación del transporte e incluso las políticas públicas sobre salud."
Jonathan Wood