Las empresas enfrentan cambios más rápidos que nunca y sus redes deben estar preparadas para navegar en aguas turbulentas. Sin embargo, surge la pregunta: ¿por qué las redes heredadas no son adecuadas para un mundo de trabajo híbrido, nube, XaaS, dispositivos conectados y amenazas de seguridad sofisticadas? Este dilema plantea importantes implicaciones para el futuro.
En 2023, McKinsey destacó que las empresas han tenido que adaptarse a una creciente inestabilidad geopolítica, un enfoque renovado en los riesgos climáticos y una pandemia global. Estos factores han impactado inevitablemente la estrategia y operaciones comerciales, desde la disrupción de la cadena de suministro hasta un cambio significativo en las prácticas laborales.
Para hacer frente a estos desafíos, las organizaciones han adoptado nuevas tecnologías y métodos de trabajo como nube, SaaS, IoT y teletrabajo, lo que les permite ser más flexibles y eficientes ante la incertidumbre. No obstante, estas nuevas formas de operar han abierto vulnerabilidades de seguridad en las redes heredadas. Además, la infraestructura envejecida está limitando el potencial de estas herramientas modernas y obstaculizando la verdadera agilidad empresarial.
La ciberseguridad como motor de transformación de redes
Aumentar la seguridad de la red es el principal impulsor detrás de la transformación de redes. Para comprender esta necesidad, es esencial analizar cómo funciona la seguridad en las redes tradicionales.
La seguridad heredada se basa en el enfoque del ‘castillo y el foso’, donde los datos y aplicaciones corporativas residen dentro del castillo mientras que soluciones de seguridad como cortafuegos crean un foso alrededor. Cuando se requiere acceso a estos recursos corporativos, se baja un puente levadizo digital para permitir el ingreso al área segura.
Sin embargo, este modelo ha empezado a mostrar sus limitaciones debido a la evolución del entorno laboral y tecnológico actual. La centralización del IT ya no es una realidad; ahora, los datos y servicios están dispersos entre nubes públicas, dispositivos IoT y móviles, así como un aumento significativo del trabajo remoto. Esto ha difuminado los límites de las redes corporativas, dificultando su definición clara.
Nuevas amenazas en un entorno cambiante
El entorno de amenazas cibernéticas también ha evolucionado significativamente. Los actores maliciosos emplean inteligencia artificial para llevar a cabo ataques más personalizados e inteligentes. Estos nuevos tipos de malware son mucho más difíciles de detectar con enfoques tradicionales.
Aumenta también el número de vulnerabilidades zero-day que pueden evadir soluciones antivirus basadas en firmas. Esta dificultad para identificar tales ataques los hace particularmente peligrosos, ya que pueden causar daños considerables antes de ser detectados. Según las agencias cibernéticas Five Eyes, muchos de los 15 principales vectores explotados en 2023 eran precisamente vulnerabilidades zero-day.
La ineficacia en la gestión tradicional de vulnerabilidades complica aún más el cumplimiento con regulaciones recientes sobre resiliencia cibernética como NIS2 y DORA.
El legado del pasado limita el futuro
A lo largo de los años, muchas empresas han experimentado cambios significativos: crecimiento del personal, apertura de nuevas oficinas y fusiones. Esto ha resultado en una mezcla compleja de productos y estándares de seguridad que se vuelve difícil de gestionar.
Esa combinación creciente de vulnerabilidades en la red junto con su complejidad se ha convertido en una barrera importante para la agilidad organizacional. Crea cuellos de botella que obstaculizan la adopción efectiva de nuevas tecnologías valiosas e impiden el crecimiento organizacional.
Aunque soluciones tradicionales como cortafuegos y antivirus siguen siendo relevantes, es evidente que ya no son suficientes para proteger las diversas redes empresariales actuales. En futuras publicaciones exploraremos cómo las organizaciones pueden transformar sus redes hacia una infraestructura estandarizada definida por software que integre seguridad y agilidad, lista para enfrentar cualquier desafío futuro.