Las inyecciones para la pérdida de peso, conocidas como GLP-1-agonistas, han demostrado su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares graves en personas con diabetes tipo 2. Esta conclusión proviene de un estudio realizado por investigadores de la Tecnológica Universidad de Múnich (TUM) y la Escuela de Medicina de Harvard, quienes analizaron datos de aseguradoras estadounidenses. Los medicamentos Semaglutida y Tirzepatida, comercializados como Ozempic y Mounjaro, respectivamente, lograron disminuir el riesgo de eventos cardiovasculares severos hasta en un 18%.
Evidencias sobre los beneficios cardíacos
La investigación, publicada en la revista Nature Medicine, se basa en un amplio conjunto de datos clínicos que permite abordar diversas preguntas relevantes sobre la salud cardiovascular. El Dr. Nils Krüger, principal autor del estudio y asistente médico en la clínica para enfermedades cardíacas y vasculares del TUM, señala que estos datos reflejan mejor la realidad clínica cotidiana en comparación con los participantes altamente seleccionados en ensayos aleatorios.
Los hallazgos indican que tanto Semaglutida como Tirzepatida ofrecen ventajas significativas para la salud del corazón entre los pacientes con diabetes tipo 2. En comparación con Sitagliptina, un medicamento antidiabético que no afecta la salud cardíaca, Semaglutida reduce el riesgo de accidentes cerebrovasculares e infartos en un 18%. Por su parte, Tirzepatida disminuye el riesgo de estos eventos y mortalidad en un 13% frente al GLP-1 más antiguo, Dulaglutida. “Ambas sustancias tienen efectos cardioprotectores que se manifiestan rápidamente y van más allá de los beneficios asociados a la pérdida de peso”, afirma el Dr. Krüger.
Nuevas investigaciones necesarias
A pesar de los prometedores resultados, aún son limitadas las investigaciones que demuestran una acción cardioprotectora adicional a la pérdida de peso proporcionada por estos nuevos fármacos. La necesidad urgente de estudios comparativos entre Tirzepatida y Semaglutida es evidente para garantizar una protección óptima a los pacientes en riesgo. La colaboración interdisciplinaria liderada por el Dr. Krüger busca cerrar estas brechas en el conocimiento actual.
El profesor Heribert Schunkert, director de la clínica mencionada, destaca que aunque cada fabricante proclama que su producto es más efectivo para reducir riesgos cardiovasculares, el estudio revela diferencias mínimas entre ambos fármacos respecto a la salud del corazón.