La Maestra Palmira Flores García, originaria del pueblo triqui en San Luis Potosí y egresada del posgrado de El Colegio de San Luis, ha comenzado su formación en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Ginebra, Suiza. Este paso forma parte de la segunda etapa del Programa de Formación en Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas (PFDHPI).
Su participación representa un hito significativo, ya que se convierte en la primera mujer triqui en representar a su comunidad dentro del sistema de Naciones Unidas. Palmira concluyó exitosamente la primera fase académica del programa, llevada a cabo en la Universidad de Deusto, Bilbao, España, donde se abordaron temas cruciales como el derecho indígena, incidencia política, pluralismo jurídico y sistemas internacionales de protección a los derechos humanos.
Un logro histórico para los pueblos indígenas
Según un comunicado oficial, actualmente Palmira se encuentra participando en sesiones de trabajo con organismos especializados como la OIT, FAO, UNESCO y el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La selección para la edición 2025 fue altamente competitiva; el componente hispanohablante recibió 208 solicitudes provenientes de 14 países latinoamericanos, representando a 111 pueblos indígenas distintos, con un 60 por ciento de candidaturas femeninas.
De este grupo selecto, solo diez personas fueron elegidas para recibir una beca y participar en esta formación intensiva, siendo Palmira una de las afortunadas. Su elección no solo resalta su compromiso y liderazgo en la defensa de los derechos colectivos de los pueblos originarios, sino que también refuerza la representación mexicana en foros internacionales decisivos.
Visibilidad y representación indígena auténtica
El comunicado subraya que la participación de Palmira Flores García tiene un valor estratégico para visibilizar las realidades enfrentadas por los pueblos indígenas en contextos urbanos. Además, busca promover políticas públicas más inclusivas y culturalmente pertinentes. Este logro es un paso firme hacia una representación indígena auténtica, con enfoque de género y centrada en el respeto al derecho a la libre determinación.