Investigadores del MIT han cuantificado cómo se distribuye la energía en un terremoto, revelando que el 80% se convierte en calor, mientras que solo el 10% genera temblores. Estos hallazgos podrían mejorar la predicción de sismos.
Investigadores de la U. de Chile y otras instituciones desarrollan un sistema de inteligencia artificial para predecir la intensidad sísmica, mejorando la seguridad ante terremotos y salvando vidas.