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Ramales de la Victoria se prepara para convertirse en el epicentro cántabro de la Prehistoria. Este martes, 29 de julio, inicia la XVIII edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC), un evento que se centra en explorar aspectos relacionados con nuestro pasado más remoto.
Este año, la comarca Asón-Agüera presenta un monográfico titulado Interrogando a los muertos, dirigido por el profesor del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), Igor Gutiérrez. Además, se ofrecerán tres conferencias abiertas al público sobre prácticas y comportamientos funerarios en diversas sociedades pasadas a lo largo de la Península Ibérica.
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Una mirada al pasado con Cristina Rihuete
Entre las ponentes destaca Cristina Rihuete, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), quien participará en las charlas programadas para el martes, miércoles y jueves a las 20:00 horas en el Salón de Actos de la Fundación Orense. Rihuete enfatiza que “puede haber diferencias enormes entre el calcolítico del Cantabria y el calcolítico de Andalucía”, motivo por el cual su conferencia se centrará en El Argar: el descubrimiento de una civilización de la Edad de Bronce.
La arqueóloga sostiene que “la prehistoria reciente es una de las épocas más apasionantes porque los inicios de tantas desigualdades que hemos heredado posteriormente se dan ahí”. Asegura que la idea de que siempre ha habido ricos y explotación no es cierta; tiene un origen que frecuentemente se encuentra en las sociedades de la Edad del Bronce.
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Investigaciones sobre El Argar
Rihuete y su equipo han llevado a cabo investigaciones exhaustivas en el yacimiento arqueológico de El Argar, ubicado en el sudeste ibérico. “Es una sociedad compleja, y gracias a proyectos intensivos desde 2008 hemos aprendido mucho sobre ella”, afirma. Estos esfuerzos les valieron el Premio Nacional de Arqueología en 2024 y reconocimiento internacional en medios como New York Times y National Geographic.
A través de sus estudios, han descubierto que El Argar produjo armas no destinadas a cazar, sino para conflictos. “Esto lo inventa El Argar. Inventa las armas especializadas de cobre”, indica Rihuete. Esta producción sugiere una sociedad polarizada donde la violencia desempeñaba un papel crucial.
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Estructuras sociales en El Argar
El Argar también se caracterizaba por ser altamente jerarquizada. Según Rihuete, “las diferencias sociales se manifiestan en un acceso diferencial al consumo y riqueza”. Un aspecto notable es cómo comenzaron a enterrar a sus muertos bajo las casas.
"Este cambio ideológico refleja una transición hacia una sociedad estratificada", explica Rihuete. En lugar del enterramiento colectivo típico anterior, ahora los ancestros eran privatizados al ser sepultados bajo áreas habitadas.
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Diferencias funerarias según clase social y género
Añade que ya desde los años 80, Vicente Lull había establecido categorías socioeconómicas basadas en las tumbas. Hoy, además, se observan diferencias significativas por género. “Hay objetos específicos para hombres y mujeres”, detalla Rihuete.
Preguntada sobre ejemplos concretos, menciona que “los marcadores de sexo son distintos” y resalta que “todas las armas aparecen siempre en tumbas masculinas”. Por otro lado, elementos como cuchillos pueden encontrarse tanto en tumbas masculinas como femeninas.
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Ofrendas funerarias representativas
Un hallazgo común en casi todas las tumbas excavadas es un pedazo de carne, cuya calidad varía según la relevancia del difunto. “La ofrenda de carne es un símbolo identitario argárico”, explica Rihuete.
A veces hay distinciones notables entre clases altas; por ejemplo, en una tumba doble hallaron una pieza excepcionalmente grande. Durante esta semana del 29 al 31 de julio, estos temas serán discutidos ampliamente durante los Cursos de Verano en Ramales, un evento imperdible para los aficionados a la Prehistoria.