Los emojis han evolucionado más allá de ser simples adornos visuales o expresiones simpáticas en las redes sociales. Se han convertido en elementos discursivos que juegan un papel crucial en la comprensión de los mensajes digitales. Esta es la premisa del nuevo libro Emoji Pragmatics, escrito por Francisco Yus, catedrático del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Alicante. La obra se presenta como la primera investigación académica que aborda estos símbolos desde una perspectiva pragmática, analizando las intenciones de los usuarios y cómo son percibidas por sus audiencias.
Publicada por Palgrave Macmillan, esta obra ofrece una visión innovadora sobre el impacto de los emojis en la interpretación de mensajes en plataformas digitales, como aplicaciones de mensajería. Aunque existe una amplia bibliografía sobre estas representaciones gráficas, muchos estudios se enfocan en su dimensión semiótica o visual. En contraste, Yus opta por explorar su influencia en los procesos inferenciales de comunicación, examinando cómo modifican o refuerzan el significado del texto que acompañan y su interpretación aislada, como sucede con los denominados «emojis desnudos» (naked emojis).
El contexto como clave interpretativa
Según Yus, es fundamental entender los emojis como herramientas pragmáticas que requieren un contexto para ser correctamente interpretados. Esta comparación entre lenguaje verbal e icónico constituye el eje central de su investigación. A pesar de las diferencias en formato, ambos cumplen funciones comunicativas similares. El acceso al contexto resulta esencial, ya que un mismo emoji puede tener múltiples significados dependiendo del entorno discursivo y del perfil tanto del emisor como del receptor.
“La gente es consciente de que el texto puro y duro puede dar pie a malentendidos. El emoji, al igual que el sticker, tiene un papel importante porque ayuda a clarificar la intención del mensaje, suaviza o enfatiza el tono e incluso anticipa reacciones”, señala Francisco Yus.
Influencia demográfica en la comunicación digital
El libro también investiga cómo diversas variables demográficas afectan la producción e interpretación de los emojis. Factores como edad, género, cultura, identidad y profesión no solo condicionan su uso, sino que también fortalecen el sentido de pertenencia a ciertos grupos sociales: “Refuerzan la identidad y marcan barreras. Hay emojis con significados prototípicos que los usuarios ajustan según el contexto. Por ejemplo, una sonrisa puede transmitir desde amabilidad hasta sarcasmo”, explica el autor.
Entre las contribuciones más destacadas del libro se encuentra su análisis sobre el uso de emojis en contextos específicos de comunicación. Yus dedica varios capítulos a examinar su presencia en discursos relacionados con humor, marketing, publicidad, política, derecho y salud. Esto demuestra que estos símbolos no son meros adornos; son recursos significativos capaces de reforzar o transformar el mensaje según el propósito comunicativo.