Expectativas y aprendizajes en la Amazonía
Un grupo diverso de estudiantes, profesores e investigadores llegó a Iquitos, cargando mochilas repletas de expectativas. Provenientes de Bélgica, Estados Unidos, Israel, Vietnam, Kenia y Perú, estos participantes se unieron con una pregunta común: ¿cómo se defiende, construye y transforma la salud pública en uno de los territorios más desafiantes del planeta: la Amazonía?
Así comenzó el Infectious Diseases and Public Health Field School 2025, una experiencia educativa que trasciende lo convencional. Desde el 14 de julio, Iquitos se convirtió en el punto de encuentro para diez días de teoría, talleres, trabajo de campo y una profunda inmersión en la realidad local. El equipo organizador de los Laboratorios Teodoro E. Gildred de UPCH–Yale había llegado días antes para afinar detalles logísticos y anticipar desafíos.
Una experiencia educativa sin fronteras
El programa, organizado en colaboración con la Universidad de Amberes y respaldado por VLIR-UOS, combinó clases teóricas con talleres prácticos y visitas técnicas. Los participantes establecieron conexiones con comunidades locales, investigadores y realidades donde la ciencia es un imperativo urgente.
En los primeros días, los asistentes visitaron el CIRNA (Centro de Investigación de Recursos Naturales) en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) y GERESA Loreto. Allí realizaron un recorrido por el insectario y la Unidad de Parasitología, aprendiendo sobre vigilancia vectorial y diagnóstico de enfermedades a través de demostraciones prácticas y discusiones guiadas.
El aprendizaje no se limitó a las aulas. El 18 de julio, equipados con mochilas, tiendas y colchonetas, el grupo se trasladó a la comunidad Salvador en el distrito de Mazán. La travesía —en embarcaciones que surcan las arterias vivas del bosque— marcó el inicio de una experiencia que pondría a prueba su resistencia física y mental.
Aventura en el corazón del Amazonas
Durante tres días acamparon en lo profundo del Amazonas, recolectando vectores durante salidas nocturnas donde los investigadores se convertían en cebo. Aprendieron a identificar especies, reconocer etapas larvales y registrar datos reales. La selva hablaba—y ellos escuchaban con lupa en mano y mentes abiertas.
Vivieron cómo inscribir a un paciente en un estudio: desde la aproximación respetuosa del investigador hasta la clara explicación de los objetivos del estudio, incluyendo el consentimiento informado, la recolección de muestras sanguíneas y el análisis microscópico en campo. Cada paso les mostró cómo cada dato se convierte en evidencia científica.
A su vez, convivieron con la comunidad—jugando con niños curiosos y compartiendo historias con familias—descubriendo que detrás de cada caso clínico hay un marco social, geográfico y cultural que también debe ser comprendido. En la Amazonía, la salud pública tiene rostro, territorio y río.
Iquitos: desafíos urbanos para la salud pública
A su regreso a Iquitos el 21 de julio, exploraron los retos urbanos relacionados con la salud. Visitaron el mercado Belén para observar riesgos sanitarios en zonas vulnerables y conocieron el Centro de Salud IPRESS I-4 Moronacocha, donde aprendieron sobre flujos asistenciales locales ante enfermedades endémicas.
En el Laboratorio de Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital Regional Loreto, el Dr. César Ramal compartió no solo equipos y datos sino también los desafíos diarios que enfrenta al realizar ciencia en un entorno complejo.
Mientras todo en Iquitos se mueve al ritmo vertiginoso de los mototaxis, desplazarse entre instituciones formó parte integral del aprendizaje—rápidamente caótico pero fascinante.
Ciencia conectada al territorio amazónico
El 22 de julio, antes de dejar atrás la selva, visitaron el Centro Rescate Amazónico (CREA), reflexionando sobre los vínculos estrechos entre salud humana, vida silvestre y conservación del ecosistema. En este entorno todo está interconectado—y también lo está la ciencia.
De regreso a Lima el 23 de julio, los participantes concluyeron su formación en el campus principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Allí recorrieron laboratorios especializados dentro del Centro de Investigación y Desarrollo (LID), observando cómo las observaciones realizadas en campo se convierten en ciencia aplicada.
A través del laboratorio ICEMR y otras unidades relacionadas con malaria, vieron cómo las muestras recolectadas informan estrategias controladoras e investigaciones publicadas internacionalmente.
Un viaje inolvidable hacia nuevas preguntas
P Durante diez días, el Field School 2025 fue una escuela sin muros ni fronteras—pero llena de aprendizaje. Cada lluvia torrencial, cada atardecer sobre el río dejó una huella imborrable marcada por la intensidad que solo una experiencia auténtica puede brindar.
Esta tercera edición no solo impartió conocimientos; también sembró nuevas preguntas e impulsó cambios en las perspectivas sobre investigación científica. Se reafirmó una certeza: investigar en la Amazonía implica aprender a leer el silencio natural mientras seguimos sus voces.
A partir de esos momentos vividos juntos, Cayetano Heredia renueva su compromiso con una ciencia arraigada que transforma: una ciencia que nunca camina sola porque entiende que la selva no solo se estudia; se vive… se respira… ¡y se aprecia!
Caminos hacia Field School 2026
Field School 2026 ya está en marcha. Una vez más, la jungla peruana será un aula viva para aquellos dispuestos a aprender.