Estudiantes de la Universidad Anáhuac México participaron en una enriquecedora jornada educativa, dirigida por la Dra. Sandra Milena Carrillo-Sierra. Durante esta masterclass, se abordó el tema de cómo transformar la práctica profesional en un conocimiento compartido con un enfoque ético, crítico y transformador.
Este evento marcó el inicio de las prácticas educativas y profesionales del semestre que abarca de agosto a diciembre de 2025. Las alumnas de la Licenciatura en Pedagogía asistieron a la sesión titulada “Cómo transformar tu práctica en conocimiento compartido”, donde la Dra. Carrillo-Sierra, investigadora senior de la Universidad Simón Bolívar en Colombia, guió a los participantes en un proceso reflexivo.
La experiencia ofreció un espacio académico para la reflexión crítica y la construcción colectiva del conocimiento, enfatizando el valor de la práctica profesional como generadora de saberes significativos, éticos y transformadores. Este enfoque se articuló a través de cuatro ejes centrales.
Ejes centrales que generan saberes significativos
• Dimensiones de la práctica profesional: Se exploraron aspectos como la resolución de problemas, la interacción con otros profesionales, la adaptabilidad y el crecimiento personal. Estos elementos son fundamentales para entender la práctica como un proceso formativo integral que va más allá de la mera ejecución técnica.
• El practicante como productor de conocimiento: Se destacó el reconocimiento del conocimiento tácito—experiencial y no articulado—que se transforma mediante la práctica diaria. La documentación y socialización del mismo permiten crear una base sólida que mejora las intervenciones y genera cambios sociales positivos.
• Principios de buena práctica: La inclusión, el buen trato y una ética centrada en el cuidado y bienestar emocional fueron subrayados como esenciales para cualquier intervención pedagógica. Estos principios garantizan el respeto por la dignidad humana.
Implicaciones éticas y prácticas en educación
• Generación ética del conocimiento: Se discutieron temas como el uso adecuado de información, equidad y transparencia. También se mencionaron elementos clave como capacitación, apoyo institucional y comunidades de práctica que son cruciales para asegurar que los procesos sean rigurosos y éticos.
A lo largo de esta jornada, las alumnas también colaboraron en la creación de estrategias y recursos conceptuales que les permitirán abordar su práctica con mayor claridad y profundidad reflexiva. Esto no solo les ayudará a fortalecer sus conocimientos, sino también a documentar, analizar y resignificar sus experiencias en campo.
El evento culminó con un simbólico compromiso hacia su propio proceso formativo. Las participantes reafirmaron que su práctica no es simplemente un espacio para aplicar lo aprendido; es una oportunidad para transformar la realidad educativa desde una conciencia crítica y un conocimiento compartido.