Las poblaciones etruscas y sannitas de la Italia prerromana padecían de parodontitis, una inflamación severa de las encías que no solo se atribuía a una inadecuada higiene bucal, sino también a sus hábitos alimentarios. Esta conclusión proviene de un estudio realizado por la Universidad de Pisa, en colaboración con las universidades de Zurich y Basilea, y ha sido publicado en el Journal of Proteomics.
Según explica Giulia Riccomi, investigadora de la Universidad de Pisa y primera autora del estudio, “el primer milenio a.C. representa un periodo complejo en la historia de Italia, caracterizado por importantes transformaciones socioeconómicas entre las comunidades prerromanas”. La investigadora añade que “el surgimiento de estructuras sociales parece reflejarse en un acceso diferencial a los recursos alimentarios”, donde las élites disfrutaban de una mayor cantidad de carne, mientras que las clases menos favorecidas se basaban principalmente en carbohidratos. Esta situación, según el estudio, podría haber contribuido al desarrollo de patologías orales que hoy consideramos típicas de la modernidad.
Análisis osteodentario y técnicas innovadoras
La investigación abarcó los restos osteodentales de 63 individuos procedentes de seis necrópolis etrusco-sannitas, incluyendo Volterra y Tarquinia, datados entre el siglo VII y IV a.C. El análisis dental buscó identificar signos de inflamación en los tejidos dentales, complementándose con un estudio de paleoproteómica. Esta técnica innovadora permite extraer e identificar proteínas antiguas del sarro dental para obtener información sobre la salud, dieta e infecciones de personas que vivieron hace miles de años.
Los resultados revelaron que más del 20% de los dientes analizados mostraban signos de parodontitis. Además, los análisis biomoleculares realizados en 33 muestras de sarro dental detectaron la presencia de proteínas específicas del bacterio Porphyromonas gingivalis, principal patógeno responsable de esta enfermedad.
Dieta y su impacto en la salud dental
“La presencia de parodontitis en restos humanos osteoarqueológicos no puede explicarse únicamente por una mala higiene bucal, aunque este factor era sin duda común en el pasado y crucial para el desarrollo de la enfermedad”, continúa Riccomi. “También es necesario considerar factores alimentarios; una dieta rica en proteínas animales y carbohidratos fermentables consumidos frecuentemente —como cereales, pan y sopas— habría favorecido desequilibrios en el microbiota oral, alterando el balance entre bacterias 'buenas' y 'malas', lo que contribuyó a la aparición de estados inflamatorios crónicos y caries dentales”.
Desde un punto metodológico, este estudio es uno de los pocos ejemplos en Italia que aplica la paleoproteómica al sarro dental antiguo. Este logro fue posible gracias a la colaboración con Shevan Wilkin, del Laboratorio de Proteínas Antiguas de la Universidad de Zurich, uno de los pocos centros europeos especializados en el estudio de proteínas antiguas.
Nuevas perspectivas en investigación arqueológica
"Es realmente emocionante observar investigaciones sobre la salud individual del pasado a través del análisis de proteínas antiguas", comentó Wilkin. "Considero que este aspecto será uno de los principales nuevos enfoques dentro del campo en los próximos años".
Este trabajo forma parte del proyecto bienal PROFIT (Pre-Roman Foodways in Italy: an interdisciplinary approach), financiado por la convocatoria Young Researchers MSCA-SoE dirigida a Giulia Riccomi. El objetivo es reconstruir las costumbres alimentarias prerromanas mediante una combinación de paleopatología dental, análisis bioquímicos del colágeno óseo y estudios biomoleculares proteómicos del sarro.
Agradecimientos especiales al Museo Civico Archeologico di Bologna, SABAP-Pisa-Livorno, Museo Archeologico Nazionale Tarquiniense y Museo Archeologico Nazionale di Pontecagnano por facilitar el acceso a los restos osteoarqueológicos examinados durante el proyecto PROFIT.