La Universidad CEU Cardenal Herrera ha llevado a cabo un emotivo reconocimiento a la labor de las parroquias que, durante la emergencia provocada por la DANA, se dedicaron a ayudar a los más necesitados. Este evento tuvo lugar en el Paraninfo de la institución y fue organizado por el Servicio de Pastoral y Voluntariado.
Representantes de las parroquias de las vicarias 1, 3, 5 y 7, situadas en la zona más afectada por la catástrofe, participaron activamente en esta ceremonia. La jornada estuvo moderada por Domingo Pacheco, capellán mayor de la CEU UCH, y contó con la presencia del rector Higinio Marín, así como del consiliario nacional de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), Fernando Cruz-Conde, y la directora corporativa de Pastoral y Voluntariado del grupo CEU, Dña. María del Carmen Fornieles.
Reconocimiento a los voluntarios parroquiales
Durante su intervención, el consiliario de la ACdP expresó su agradecimiento hacia las parroquias y sus voluntarios, quienes brindaron apoyo desde el primer momento de la emergencia, a pesar de ser parte de la población afectada. “En toda España nos hemos sentido muy orgullosos de todas las parroquias, por la imagen que habéis dado de la Iglesia a través del servicio prestado”, destacó Cruz-Conde. Además, enfatizó que este esfuerzo desinteresado será recompensado en el día del juicio.
Por su parte, María del Carmen Fornieles se refirió al voluntariado citando el último texto publicado por el Papa León XIV en su exhortación apostólica *Dilexi Te*, subrayando que es “dando como se recibe”. Su mensaje resonó entre los asistentes, quienes compartieron un momento de reflexión y oración.
Cierre emotivo del evento
El rector Higinio Marín cerró el acto con palabras conmovedoras: “La Universidad y la ACdP intentamos ser un solo corazón con vosotros y con el Señor. No tenemos ningún otro afán que daros las gracias”. Agradeció a todos los presentes por su esfuerzo colectivo y recordó cómo desde la Universidad se hicieron esfuerzos para contribuir al bienestar común durante momentos difíciles.
Al finalizar los discursos, los asistentes recibieron un pequeño reconocimiento: una estrella de cerámica que simboliza la esperanza tras lo vivido. Posteriormente, todos participaron en un ágape que fortaleció aún más los lazos comunitarios forjados durante esta crisis.
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