El proyecto RURALtXA! ha marcado un hito en la conservación de más de 10.000 hectáreas de hábitats de interés comunitario en Galicia, tras tres años de trabajo enfocado en revalorizar los usos tradicionales del monte y la ganadería extensiva de montaña. Esta iniciativa, liderada por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), la Universidad de A Coruña (UDC) y la fundación vasca HAZI, se encuentra ahora en su fase final.
RURALtXA! ha abarcado más de una veintena de montes en cuatro áreas piloto: la Sierra da Groba (Pontevedra), la Sierra do Xistral (Lugo), el Monte Maior (Lugo) y la Sierra da Faladoira (A Coruña). Estas zonas, mayoritariamente pertenecientes a Comunidades de Montes Vecinales en Man Común, son esenciales para la conservación de amplias extensiones de queirogales y turbeiras.
Conservación y gestión sostenible del territorio
A través del proyecto, se han elaborado planes de manejo para los hábitats en las cuatro áreas piloto y se han establecido acuerdos con los propietarios para garantizar que se sigan criterios de conservación en la gestión del territorio. En total, 21 montes vecinales y un monte particular han comprometido sus esfuerzos con estos planes, logrando así una superficie conjunta gestionada bajo criterios sostenibles que asciende a 16.684 hectáreas.
"Es fundamental tener presente que una gestión adecuada de las cargas ganaderas es imprescindible para los hábitats como las turberas y los queirogales", afirman desde la organización del proyecto. La correcta regulación del pastoreo es clave para mantener el estado de conservación necesario, evitando tanto el sobrepastoreo como asegurando la presencia continua de animales en estas áreas.
Apuesta por la bioeconomía rural
Además, RURALtXA! ha fomentado la valorización de actividades tradicionales que ayudan al mantenimiento de estos hábitats. Se ha creado una red colaborativa que involucra a más de 120 productores, desarrollándose herramientas específicas para mejorar la promoción y comercialización de sus productos. Entre estas iniciativas destaca la marca Saberes do Monte, que busca poner en valor productos como carne o miel derivados de prácticas tradicionales vinculadas a la conservación.
El estudio también ha analizado los servicios ecosistémicos proporcionados por las áreas piloto, abarcando aspectos productivos, culturales y ambientales, tales como la absorción de carbono o la regulación del ciclo del agua. Este esfuerzo cuenta con el respaldo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
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