Los ejecutivos de Orange Cyberdefense han lanzado una advertencia sobre la creciente convergencia entre el cibercrimen y la geopolítica, lo que exige un replanteamiento fundamental de cómo gobiernos e industrias deben responder a las amenazas digitales en aumento. Durante una mesa redonda celebrada en Londres para presentar la séptima edición de su informe anual Security Navigator 2026, Charl van der Walt, director de investigación en seguridad de Orange Cyberdefense, describió el actual entorno digital como una “crisis a nivel social”, donde cada vez más organizaciones sufren ciberataques que afectan a infraestructuras críticas, telecomunicaciones, contratistas de defensa, sistemas satelitales y más.
Un factor clave detrás de este cambio es la creciente “balkanización” del ciberespacio, donde los ecosistemas tecnológicos se fragmentan según líneas geopolíticas. Van der Walt enfatizó que “casi todo lo que hacemos en seguridad, de alguna manera, regresa a Estados Unidos”, aludiendo a la divulgación de vulnerabilidades, inteligencia sobre amenazas, acciones de aplicación de la ley y estándares.
Dependencias tecnológicas y riesgos emergentes
Van der Walt añadió que solo un puñado de naciones, principalmente Estados Unidos y China, pueden construir pilas tecnológicas completamente soberanas, lo que incrementa la dependencia de Europa y países más pequeños hacia esta cadena de suministro. Aunque Europa intenta equilibrar esta situación mediante iniciativas como el lanzamiento de sus propias bases de datos de vulnerabilidades, el experto advirtió que “la asimetría es enorme”.
Por su parte, Vivien Mura, CTO de Orange Cyberdefense, señaló que la inteligencia artificial (IA) representa otro punto crítico. Según Mura, esta tecnología “es una oportunidad, pero también introduce nuevos riesgos”. Los atacantes utilizan IA para acelerar el desarrollo del código malicioso, acortando el tiempo entre la divulgación de vulnerabilidades y su explotación. El informe también identificó riesgos asociados al uso indebido relacionado con la rápida adopción de chatbots en las organizaciones, lo que amplía la superficie de ataque.
Cibercriminalidad en aumento y cooperación internacional
Van der Walt destacó que los atacantes operan dentro de una “densa red de interdependencia donde una sola debilidad puede permitir compromisos masivos”. Afirmó que los datos del informe reflejan un compromiso directo con ataques y defensas reales: “Una de las áreas en las que podemos ser verdaderamente únicos es que estamos sobre el terreno con los clientes… y este año más que nunca hemos hecho oír sus voces”.
La última investigación sobre detección de amenazas del Security Navigator se basó en el análisis de 139,373 incidentes de seguridad detectados durante un periodo de 11 meses entre octubre de 2024 y agosto de 2025. El informe reveló que el número de grupos cibercriminales distintos casi se ha triplicado desde 2020, pasando de 33 a 89. Este crecimiento ha sido impulsado en parte por la comercialización del cibercrimen “como servicio”, lo cual ha reducido las barreras para nuevos atacantes.
Además, Orange Cyberdefense registró un aumento del 45% en víctimas de extorsión cibernética entre octubre de 2024 y septiembre de 2025 respecto al periodo anterior; dos tercios son ahora pequeñas y medianas empresas. La extorsión cibernética se concentra especialmente en sectores centrales para las cadenas de suministro y servicios esenciales. Las industrias manufacturera y profesional junto con los servicios científicos y técnicos representaron casi el 40% del total observado.
Por primera vez, el informe incluyó un conjunto de datos sobre actividades policiales abarcando desde 2021 hasta mediados de 2025, mostrando un aumento en la cooperación global. Hugues Foulon, director ejecutivo de Orange Cyberdefense, hizo un llamado a acelerar los esfuerzos colaborativos: “La lucha contra el cibercrimen organizado requiere una alianza global, tanto pública como privada, para enfrentar una amenaza que no conoce fronteras”.