Jesse Lyu, CEO de Rabbit, presenta dos innovaciones en un video revolucionario. La primera es el Large Action Model (LAM), un nuevo modelo para interfaces de computadora. La segunda es el dispositivo móvil Rabbit R1, que busca simplificar y mejorar la experiencia del usuario con su enfoque en el lenguaje natural. El R1 destaca por su asequibilidad y ya está disponible para preordenar.
Dos innovaciones que cambiarán el juego fueron presentadas por Jesse Lyu, el fundador y CEO de Rabbit, en un video revolucionario publicado en YouTube. La primera innovación es el Large Action Model (LAM), un nuevo modelo fundamental diseñado para revolucionar las interfaces de computadora. Impulsado por LAM, la segunda innovación es el dispositivo móvil Rabbit R1. La visión del CEO de Rabbit es crear la computadora más simple posible, tan intuitiva que los usuarios no necesiten aprender a usarla. A diferencia de los sistemas operativos tradicionales basados en aplicaciones, Rabbit se enfoca en el lenguaje natural.
El dispositivo, conocido como companion, tiene la capacidad de hablar, entender y, lo más importante, realizar tareas en beneficio del usuario. Hacer que las interfaces humano-máquina sean más intuitivas es el objetivo que Rabbit se ha propuesto convertir en realidad. Aunque los sistemas operativos basados en aplicaciones de los teléfonos inteligentes como IOS y Android se han vuelto comunes en nuestra vida diaria, presentan limitaciones.
La experiencia del usuario se ha vuelto frustrante y consume mucho tiempo debido a las cientos de aplicaciones en nuestros teléfonos que no funcionan juntas. Rabbit, por su parte, busca resolver este problema al introducir un enfoque centrado en el lenguaje natural. En el video, Jesse señala que en el pasado muchas empresas han intentado construir computadoras más simples e intuitivas con IA. Sin embargo, los avances en modelos grandes de lenguaje (LLMs), un tipo de tecnología de IA, han facilitado que las máquinas comprendan las intenciones humanas.
Llevando esto un paso más allá, el modelo LAM de Rabbit no solo comprende, sino también ejecuta las intenciones humanas en las computadoras. Rabbit ha desarrollado el sistema operativo Rabbit OS para dar vida a LAM, un avanzado sistema operativo que permite interacciones en tiempo real entre el usuario y el Rabbit R1. El R1 es un dispositivo independiente impulsado principalmente por lenguaje natural y equipado con una pantalla táctil, un botón de hablar, una rueda de desplazamiento analógica, un micrófono, altavoces y una cámara rotativa de 360 grados conocida como Rabbit Eye.
Versátil para todo tipo de entornos es el R1, ya que también es compatible con redes globales 4G LTE. Durante el video, Jesse muestra las capacidades del Rabbit R1. Con respuestas instantáneas a preguntas y la capacidad de realizar diversas tareas, el R1 tiene un tiempo de respuesta 10 veces más rápido que otros proyectos de IA de voz. Puede reservar viajes, pedir comida, planificar viajes, traducir idiomas e incluso generar imágenes utilizando la función de modo enseñanza. El R1 está diseñado para simplificar y mejorar la vida diaria del usuario.
El Rabbit R1 destaca por ser muy asequible, una de sus principales ventajas. A diferencia de otros dispositivos en el mercado, como teléfonos inteligentes y altavoces inteligentes, el R1 ofrece un precio competitivo de $199 sin suscripciones mensuales ni cargos ocultos. Esto hace que sea accesible para una amplia gama de usuarios. Además, el Rabbit R1 ya se puede preordenar en el sitio web de Rabbit y se espera que los envíos comiencen a principios de 2024. Jesse muestra su emoción por la experiencia que los usuarios tendrán con el R1 y los invita a unirse a la comunidad de Rabbit.
En general, el enfoque revolucionario de Rabbit en las interfaces de computadora y la introducción del dispositivo Rabbit R1 impulsado por IA generativa prometen simplificar y mejorar la experiencia del usuario. Con su enfoque centrado en el lenguaje natural y su precio asequible, el Rabbit R1 está preparado para causar sensación en el mundo de la tecnología.