El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna han confirmado el descubrimiento de una super-Tierra en la zona de habitabilidad de HD 20794, una estrella cercana que comparte similitudes con nuestro Sol. Este hallazgo, resultado de más de dos décadas de observaciones, abre nuevas posibilidades para el estudio de atmósferas en planetas similares a la Tierra.
La búsqueda de mundos en la zona de habitabilidad alrededor de estrellas como el Sol es fundamental para entender la posibilidad de vida más allá del planeta azul. En este contexto, HD 20794, con una masa ligeramente inferior a la del Sol y ubicada a solo 20 años luz, ha despertado un gran interés científico.
El nuevo planeta, denominado HD 20794 d, se suma a dos super-Tierras ya descubiertas en este sistema. Con una masa seis veces mayor que la terrestre, este planeta completa su órbita en 647 días, lo que lo sitúa dentro de la zona donde podría existir agua líquida en su superficie, un elemento clave para la vida tal como la conocemos.
Un candidato ideal para futuras investigaciones
La distancia entre HD 20794 d y su estrella, así como la proximidad del sistema, lo convierten en un excelente candidato para observaciones detalladas con el Extremely Large Telescope (ELT), el telescopio de 40 metros del European Southern Observatory (ESO), así como para futuras misiones espaciales por parte de las agencias ESA y NASA.
“Este tipo de planeta es perfecto para caracterizar atmósferas utilizando instrumentos y misiones de próxima generación”, señala Nicola Nari, investigador y estudiante doctoral en la Universidad de La Laguna. “Pocos planetas similares son conocidos hasta ahora”, agrega Alejandro Suárez Mascareño, coautor del estudio publicado recientemente en Astronomy & Astrophysics.
El descubrimiento se ha logrado gracias a más de 20 años de medidas precisas realizadas con los espectrógrafos ESPRESSO y HARPS, ambos ubicados en los observatorios del ESO en Chile. Estos instrumentos son capaces de detectar variaciones sutiles en la velocidad estelar provocadas por la gravedad ejercida por los planetas.
Análisis exhaustivo y confirmación del hallazgo
Para llegar a esta conclusión, el equipo aplicó técnicas avanzadas al análisis espectral durante varios años. “Analizamos los datos meticulosamente, eliminando fuentes potenciales de contaminación”, explica Michael Cretignier, coautor e investigador en la Universidad de Oxford. Este proceso permitió identificar una señal candidata en 2022 que fue confirmada tras dos años adicionales de observaciones.
Aunque HD 20794 d se encuentra dentro de la zona habitable del sistema, aún es prematuro afirmar si puede albergar vida. Su alta masa y órbita excéntrica lo diferencian notablemente del planeta Tierra. A diferencia de otros cuerpos celestes en nuestro Sistema Solar, su órbita no es circular sino elíptica, lo que provoca variaciones significativas en su distancia a la estrella durante su año.
“Aunque HD 20794 d no representa un segundo hogar para nosotros, su posición y singular órbita ofrecen una oportunidad única para estudiar cómo varían las condiciones habitables con el tiempo”, concluye Alejandro Suárez Mascareño.
El IAC también ha contado con la colaboración de investigadores como Jonay I. González Hernández, Atanas K. Stefanov, Rafael Rebolo, Carlos Allende Prieto y Enric Pallé en esta publicación.