En el sur de Francia, un equipo internacional compuesto por más de 30 países se encuentra inmerso en la construcción del ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), considerado el mayor experimento de fusión nuclear a nivel mundial. Este imponente proyecto, que cuenta con un diámetro superior a los 20 metros y un peso de 23.000 toneladas, tiene como objetivo principal demostrar la viabilidad de la fusión nuclear como una fuente de energía limpia, segura y prácticamente inagotable.
La fusión nuclear es el mismo proceso que alimenta al Sol, donde los átomos de hidrógeno se combinan para liberar enormes cantidades de energía. Si el ITER logra cumplir sus metas, representará un avance significativo en la transición energética global, reduciendo así la dependencia de combustibles fósiles y contribuyendo a un futuro más sostenible.
El investigador principal del proyecto ITER y miembro del grupo de investigación en Tecnologías Mecánicas, Eléctricas y Térmicas (TMET) de la Universidad de Alcalá, Ignacio Valiente, destaca que “a diferencia de la fisión nuclear, la fusión no genera residuos altamente radiactivos ni presenta los riesgos de contaminación observados en accidentes nucleares pasados. Estamos hablando de una energía más segura y limpia.”
Colaboración en un Proyecto Ambicioso
El equipo liderado por Valiente ha sido seleccionado tras participar en un concurso público para colaborar en este ambicioso proyecto. Durante los próximos 16 meses, este grupo trabajará en el diseño, construcción y validación de un innovador sistema de sellado y aislamiento para los accesos al corazón del reactor nuclear.
Este sistema será una de las primeras barreras de seguridad del ITER, evitando la contaminación cruzada entre el interior y el exterior del reactor. La complejidad del diseño es considerable: “Estamos desarrollando un sistema de juntas inflables que permitirá un sellado hermético durante los procesos de mantenimiento. Es un reto técnico importante debido a las condiciones extremas que debe soportar”, explica Valiente.
A pesar del desafío, el equipo posee amplia experiencia en sistemas que gestionan ambientes complicados o extremos, como en la industria farmacéutica o espacial. Actualmente, el mecanismo se encuentra en fase de diseño; una vez probado su funcionamiento a escala reducida, se procederá a su desarrollo a gran escala. “Los puntos de acceso del reactor tienen el tamaño de un autobús”, añade el investigador.
Compromiso con la Innovación y Sostenibilidad
La participación activa de la Universidad de Alcalá en el ITER no solo refuerza su compromiso con la innovación y sostenibilidad, sino que también posiciona a esta institución en la vanguardia de la investigación sobre energía de fusión. A través de este esfuerzo colaborativo europeo, la UAH demuestra su capacidad para contribuir a proyectos científicos con impacto internacional significativo.
En estos momentos, el ITER se encuentra en plena fase constructiva, con expectativas puestas en iniciar los primeros ensayos de fusión dentro de unos años. Si se logran los objetivos planteados, este proyecto podría marcar un hito histórico en la generación de energía limpia a nivel global.
Valiente concluye con optimismo sobre el impacto potencial del proyecto: “Si logramos demostrar la viabilidad de la fusión nuclear, estaremos ante un cambio histórico en cómo generamos y consumimos energía. ITER representa un paso crucial hacia ese futuro”, afirma.
A través de su participación en este desafío científico, la Universidad de Alcalá reafirma su compromiso con la investigación científica y la innovación tecnológica, aportando su granito de arena a una iniciativa que podría transformar el rumbo energético mundial.