El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo vinculado al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha puesto en marcha una innovadora solución tecnológica en el sur de la India. Este avance busca reducir los niveles de fluoruro en el agua y mejorar así la salud de los estudiantes de la escuela inclusiva de Kuderu. La colaboración entre el CSIC, la empresa de innovación Tagua y la Fundación Vicente Ferrer (FVF) ha hecho posible este sistema de potabilización, que ya beneficia a cerca de 400 personas.
Tras el éxito obtenido en una prueba anterior en Etiopía, el CSIC, junto a Tagua, ha desarrollado un dispositivo innovador que utiliza zeolitas para filtrar el agua. “En Etiopía aplicamos el filtro en plantas comunitarias, pero en Kuderu necesitábamos un enfoque individualizado”, comenta Isabel Díaz, vicepresidenta adjunta del CSIC. “Con la tecnología patentada Hindrop hemos creado un dispositivo que filtra y proporciona agua potable directamente”, añade.
La experiencia del CSIC con zeolitas ha demostrado que los beneficios iniciales de estos filtros pueden aumentar con el tiempo, especialmente si se reutiliza el material filtrante en agricultura ecológica. Si esta tendencia se mantiene, esta solución podría impactar positivamente a miles de personas.
Tecnología sostenible para comunidades vulnerables
Este proyecto resalta cómo la unión entre investigadores, industria y comunidades puede transformar vidas. “Como científicos, es nuestro deber conocer los problemas reales para desarrollar soluciones efectivas”, enfatiza Rosa M. Blanco, investigadora del CSIC responsable del proyecto.
En la escuela gestionada por la FVF, que acoge a estudiantes con discapacidades como parálisis cerebral y problemas auditivos, acceder a agua segura es fundamental para crear un entorno educativo adecuado. Esta iniciativa beneficia no solo a los 194 menores con discapacidad, sino también al equipo docente y las familias involucradas.
Kuderu ha enfrentado durante años una grave escasez de agua y altos niveles de fluoruro que amenazan la salud de sus habitantes. Para abordar esta situación crítica, los equipos del CSIC y Tagua han implementado una tecnología basada en zeolitas naturales que elimina contaminantes como el fluoruro y arsénico del agua en cuestión de minutos.
Simplicidad y eficacia en la potabilización del agua
El sistema desarrollado consiste en un sencillo proceso: se colocan zeolitas como filtro en un recipiente donde se vierte el agua contaminada. A medida que el líquido pasa por las zeolitas, estas retienen químicamente el fluoruro gracias a una modificación química patentada por el CSIC. El resultado es agua limpia y apta para consumo humano, manteniendo los minerales beneficiosos presentes naturalmente.
Luis Gonzalez, CEO de Tagua, destaca: “No existe una tecnología perfecta; lo crucial es su aplicación adecuada”. Este sistema no requiere electricidad ni conocimientos técnicos para operar, lo que lo convierte en una opción ideal para áreas sin acceso a energía eléctrica. Además, tras su uso como filtro, las zeolitas pueden ser reutilizadas como acondicionador de suelos, promoviendo así un modelo de economía circular.
Este proyecto va más allá del ámbito científico; es un esfuerzo comunitario vital. En Kuderu cada aspecto cuenta: desde terapias especializadas hasta garantizar acceso a agua limpia. Lo que comenzó como investigación ahora permite a esta comunidad disfrutar de agua potable segura.
Shameem Banu, ingeniera de la FVF, subraya: “Este proyecto marca un antes y un después en la salud de niños y familias alrededor del centro educativo”. La confianza crece al saber que ahora tienen acceso a agua no contaminada.