El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València se convertirá en el escenario de un debate crucial sobre los peligros que representa la desinformación para las democracias. Este evento, programado para el próximo martes a las 19 horas, coincide con la presentación del libro titulado ‘En manos de la desinformación. Posverdad, posperiodismo, posdemocracia’, escrito por el profesor Pepe Reig.
La actividad se llevará a cabo en la Sala Matilde Salvador y marcará el cierre del curso de la Escola Europea de Pensament Lluís Vives, un espacio dedicado al análisis de los desafíos contemporáneos más relevantes.
Participantes destacados en el debate
Entre los ponentes se encuentran figuras reconocidas como Sergi Pitarch, director de eldiario.es en la Comunidad Valenciana; Ana Noguera, miembro del Consell Valencià de Cultura; y Enrique Herreras, profesor titular de Ética y Filosofía Política en la UV. El propio autor del libro, Pepe Reig, también participará en este diálogo crítico. La presentación estará a cargo de Fernando Flores, profesor titular de Derecho Constitucional y director del Institut de Drets Humans de la UV.
La obra de Pepe Reig plantea una advertencia alarmante: las mentiras han permeado el espacio público y la normalización de la posverdad amenaza los cimientos mismos de la democracia. En su análisis, Reig identifica tres dimensiones interrelacionadas: el ascenso de la extrema derecha, el auge del pseudoperiodismo y los ataques constantes del populismo a las instituciones democráticas. Según él, solo una ciudadanía informada y crítica podrá enfrentar esta preocupante tendencia.
Reflexiones sobre la verdad y la mentira en las democracias
El autor lanza una inquietante pregunta: ¿hasta qué punto pueden soportar las dictaduras la verdad, y cuánta mentira pueden tolerar las democracias? Esta cuestión invita a reflexionar sobre el delicado equilibrio entre información veraz y manipulación en un contexto donde cada vez es más difícil discernir lo auténtico.
Este debate no solo es relevante por su temática, sino también por su capacidad para generar conciencia sobre un fenómeno que afecta a todos los ciudadanos. La participación activa en este tipo de diálogos es fundamental para fortalecer nuestras democracias frente a los retos actuales.