La guerra carlista ha dejado una huella indeleble en el paisaje y la memoria de numerosos pueblos catalanes. Un equipo de investigación, liderado por el profesor David Cao del Departamento de Historia y Arqueología de la Universidad de Barcelona, junto con el Patronato de Estudios Osonenses, ha puesto en marcha un proyecto pionero para identificar y estudiar esta memoria material y simbólica vinculada a la tercera guerra carlista (1872-1875).
La iniciativa forma parte del proyecto «Inventario digital de monumentos y conmemoraciones de las guerras carlistas» (COMMON), que ha recibido una subvención de 10.000 euros a través de las ayudas Creu Casas Sicart 2025, destinadas a fomentar la investigación en el ámbito local y comarcal. Aunque actualmente se centra en la última guerra carlista, se prevé que en futuras fases se amplíe a los demás conflictos.
Un patrimonio a menudo ignorado
Este proyecto se desarrolla en colaboración con la Red Vives de Universidades, el Instituto Ramon Muntaner y el Instituto Catalán de Investigación en Patrimonio Cultural (ICRPC-CERCA). Su objetivo es poner en valor un patrimonio frecuentemente olvidado: monumentos, lápidas, festividades cívicas y topónimos que mantienen viva la memoria de un conflicto que tuvo una fuerte presencia en Cataluña. Según David Cao, «es una línea de investigación que hemos estado desarrollando sistemáticamente desde 2023». Las memorias asociadas a este pasado traumático han perdurado en muchas poblaciones catalanas hasta bien entrada la guerra civil.
El equipo ha documentado más de sesenta memoriales entre monumentos, conmemoraciones y nombres de calles repartidos por diecisiete comarcas catalanas. Este meticuloso trabajo ha contado con la colaboración activa de diversos centros de estudios locales e instituciones patrimoniales. El análisis se basa en fuentes como prensa histórica, documentación municipal y registros militares. «Hemos descubierto que el fenómeno tiene una magnitud mayor a lo previsto», señala Cao.
Las complejidades del recuerdo
Aparte del valor histórico, el proyecto presenta importantes desafíos metodológicos. «Para documentar estos elementos memoriales hemos utilizado diversas fuentes», explica Cao. Esta pluralidad requiere la cooperación estrecha con archivos locales debido a que «la presencia de esta memoria es bastante capilar» en el territorio.
Uno de los hallazgos más significativos ha sido observar cómo las conmemoraciones carlistas coexistieron durante décadas con otras memorias rivales, generando lo que Cao describe como verdaderas «guerras de memorias». Esta situación dio lugar a episodios de violencia simbólica e intensa tensión política. «Hemos identificado numerosas muestras de oposición a iniciativas memoriales liberales y republicanas», añade.
El proyecto no solo busca recuperar la memoria carlista sino también examinar las múltiples narrativas que han competido por dominar el recuerdo del conflicto. Esto incluye un análisis crítico sobre las conmemoraciones impulsadas desde culturas liberales y republicanas, así como episodios de confrontación simbólica.
Entre los ejemplos destacados se encuentra el monumento al general Cabrinetty en Puigcerdà, destruido en 1936, así como las conmemoraciones anuales realizadas en Cervera y Puigcerdà que perduraron hasta 1936. Según Cao, es notable que Puigcerdà contara ya en la década de 1880 con dos monumentos públicos dedicados a este pasado bélico.