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Inteligencia colectiva

Los grandes cardúmenes de peces toman decisiones más acertadas y rápidas
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Los grandes cardúmenes de peces toman decisiones más acertadas y rápidas

viernes 01 de agosto de 2025, 14:29h

Los grandes grupos de peces toman decisiones más rápidas y precisas ante amenazas, mejorando su supervivencia. Un estudio revela cómo la inteligencia colectiva optimiza su respuesta en situaciones peligrosas.

Investigadores de Berlín han revelado que los grandes cardúmenes de peces toman decisiones más rápidas y precisas ante amenazas. Una reciente investigación realizada por el Excellence Cluster "Science of Intelligence" (SCIoI), la Humboldt-Universität zu Berlin y el Leibniz Institute for Freshwater Ecology and Inland Fisheries (IGB) ha demostrado que los grupos más numerosos de peces son capaces de discernir mejor entre peligros reales y estímulos inofensivos, lo que les permite actuar con mayor eficacia en situaciones críticas.

La publicación de estos hallazgos en la prestigiosa revista Science Advances marca un avance significativo en la comprensión del comportamiento colectivo animal. Este estudio proporciona evidencia directa de que los grandes grupos pueden superar dos dilemas clásicos: identificar peligros sin reaccionar a cada perturbación y tomar decisiones rápidas sin sacrificar la precisión.

Estrategias colectivas en condiciones extremas

Los investigadores, liderados por el biólogo del comportamiento Korbinian Pacher, se centraron en los cardúmenes de peces de azufre (Poecilia sulphuraria) que habitan en las aguas sulfurosas del río El Azufre, en el estado mexicano de Tabasco. Estas condiciones son extremas, con escasez de oxígeno y temperaturas elevadas, además de ser el hogar de depredadores como martinetes y kiskadees, que acechan a los peces.

La estrategia defensiva adoptada por estos peces es notable: al percibir una amenaza, los miembros del cardumen realizan un descenso sincronizado, creando patrones visibles en la superficie del agua. Si se trata de un ataque real, siguen una serie de inmersiones adicionales; si no, solo realizan un único descenso. Este comportamiento ha permitido a los científicos observar cómo toman decisiones sobre peligros potenciales.

Distinguiendo entre peligro y ruido ambiental

A través del análisis de más de 200 eventos documentados, los investigadores compararon las reacciones de los cardúmenes ante ataques reales y vuelos inocuos de aves. Se enfocaron especialmente en el kiskadee, un depredador difícil de detectar debido a su método sutil de caza. Los resultados fueron concluyentes: los cardúmenes más grandes mostraron una capacidad superior para diferenciar entre amenazas reales y falsas alarmas. Mientras que las respuestas a ataques genuinos aumentaban con el tamaño del grupo, las reacciones a estímulos inofensivos se mantuvieron constantes.

"Hemos sabido durante mucho tiempo que los grupos animales pueden tomar decisiones colectivas impresionantes", afirmó Pacher. Sin embargo, añadió que las simulaciones teóricas y experimentos en laboratorio ofrecen una visión limitada sobre este fenómeno. La investigación buscaba comprobar si esta inteligencia colectiva también operaba bajo condiciones caóticas y ruidosas propias del entorno natural.

Rapidez y precisión en la toma de decisiones

A menudo se considera que existe un dilema en la teoría de decisiones: quienes actúan rápidamente tienden a cometer errores, mientras que quienes dudan demasiado pierden oportunidades. No obstante, los cardúmenes estudiados no solo lograron ser más precisos; también actuaron más rápido. A medida que aumentaba el tamaño del grupo, disminuía el tiempo entre la primera inmersión y la decisión colectiva para continuar defendiendo.

"En los cardúmenes más grandes, casi el 100% de las agresiones del kiskadee fueron correctamente identificadas", destacó Pacher. Esto sería imposible para un pez individual.

Implicaciones para entender comportamientos colectivos

Los modelos existentes sobre decisiones grupales suelen basarse en reglas de quórum: un individuo actúa solo cuando un número suficiente responde igualmente. Sin embargo, con grupos tan grandes como decenas o cientos de miles de peces, es improbable que cada uno observe a todos sus compañeros. Los investigadores sugieren un mecanismo autoorganizado más complejo. "Podemos imaginar estos cardúmenes como una red neuronal", explicó Pacher, sugiriendo que operan en un estado óptimo para procesar información.

Este entendimiento podría inspirar no solo sistemas biológicos sino también artificiales: desde robótica hasta inteligencia colectiva. Además, plantea preguntas fundamentales sobre por qué ciertos animales optan por vivir en grupos.

Nuevas perspectivas sobre la inteligencia natural

La investigación ofrece pruebas contundentes sobre cómo las agrupaciones animales pueden ser más efectivas que la suma de sus partes individuales. Al combinar información personal rápidamente y con precisión, estos cardúmenes demuestran cómo funciona la inteligencia colectiva en la naturaleza y cómo esto puede traducirse en ventajas evolutivas.
"Lo fascinante es haber podido observar cognición colectiva real en libertad", concluyó Pacher. "Estos peces enfrentan juntos un problema complejo y lo resuelven mejor de lo que podríamos haber imaginado."

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