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Violencia de género

La violencia vicaria es una forma extrema de violencia de género según experta

sábado 02 de agosto de 2025, 15:50h

La violencia vicaria, tipificada en el Código Penal de San Luis Potosí, afecta a niños y adolescentes, siendo una de las formas más crueles de violencia de género, según la investigadora Roxana Montejano.

La violencia vicaria ha sido reconocida como una de las formas más crueles de la violencia de género, según la doctora Roxana Abigail Montejano Villaseñor, docente en la Facultad de Derecho Abogado Ponciano Arriaga Leija de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Este fenómeno, que fue tipificado en el artículo 207 del Código Penal de San Luis Potosí en mayo de 2025, tiene raíces teóricas que se remontan a la violencia ejercida a través de los hijos e hijas.

La investigadora señala que existe un desacuerdo con algunas definiciones teóricas que consideran la violencia vicaria como una agresión directa hacia la mujer. En sus palabras, “no se trata de una violencia ejercida directamente hacia la mujer; los actos se dirigen contra infancias y adolescencias, aunque tengan un fuerte impacto en las mujeres”. Esta distinción es crucial, ya que permite entender cómo esta forma de violencia afecta a las madres indirectamente.

La complejidad del fenómeno

Montejano Villaseñor describe la violencia vicaria como una expresión particularmente cruel dentro del espectro de la violencia de género. A su juicio, el sistema judicial aún lucha por comprender plenamente este tipo de agresión. Un aspecto fundamental es el derecho probatorio; quienes administran justicia deben reunir evidencias que demuestren cómo se ejerce esta violencia a través de los menores. De no hacerlo, el sistema puede contribuir inadvertidamente a su normalización.

Para abordar este problema, existen protocolos que establecen directrices para garantizar una vida libre de violencia tanto para infancias como para mujeres. La experta enfatiza que es esencial aplicar principios como el interés superior del niño y el principio pro persona para ofrecer una protección robusta a niñas, niños y adolescentes, así como a las mujeres afectadas.

Visibilidad y consecuencias

Los medios probatorios son vitales en este contexto, dado que muchas manifestaciones de la violencia vicaria pueden ser difíciles de identificar o invisibles, como ocurre con la manipulación o alienación infantil. “Incluso el propio concepto puede contribuir a esa invisibilización”, advierte Montejano. Las acciones pueden escalar hasta convertirse en situaciones visibles tales como retenciones ilegales, secuestros y amenazas.

Un fenómeno alarmante es cuando un padre evade intencionalmente sus responsabilidades parentales para forzar a la madre a mantener contacto con él. Esto se inscribe dentro de una dinámica más amplia de dominación y control donde el agresor busca seguir ejerciendo poder sobre la mujer.

El contexto legal y social

Desde un enfoque de género, Montejano argumenta que la violencia vicaria representa una extensión del control patriarcal que no cesa con la separación de parejas; al contrario, puede intensificarse utilizando a los menores como herramientas para perpetuar dicha lógica posesiva. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha subrayado que el Estado mexicano tiene la obligación de considerar los efectos devastadores de este tipo de violencia en las vidas de niñas, niños y mujeres.

A pesar del reconocimiento creciente del problema, el sistema judicial enfrenta limitaciones en recursos para comprobar tanto la existencia de violencia vicaria como el daño psicológico severo que provoca. “Es urgente profundizar en capacitación y detección”, concluye Montejano, resaltando que las infancias deben ser protagonistas en estas discusiones.

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