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Dolor menstrual

El dolor menstrual en adolescentes aumenta el riesgo de dolor crónico en la adultez
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El dolor menstrual en adolescentes aumenta el riesgo de dolor crónico en la adultez

miércoles 03 de septiembre de 2025, 15:58h

Un estudio de la Universidad de Oxford revela que las adolescentes con dolor menstrual severo tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar dolor crónico en la adultez, afectando su salud futura.

Un estudio reciente de la Universidad de Oxford, financiado por la Medical Research Foundation, ha revelado que los adolescentes que sufren dolor menstrual moderado o severo tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar dolor crónico en la edad adulta. Este hallazgo es especialmente relevante ya que incluye no solo el dolor pélvico, sino también molestias en otras partes del cuerpo.

Con el regreso a las aulas, estas conclusiones subrayan la necesidad urgente de abordar el dolor menstrual en los jóvenes y mejorar el apoyo disponible para ellos. La investigación, publicada en The Lancet Child & Adolescent Health, representa la primera gran indagación sobre cómo el dolor menstrual (dismenorrea) durante la adolescencia se relaciona con el dolor en la juventud.

Hallazgos clave del estudio sobre el dolor menstrual

Los investigadores analizaron datos de más de 1,100 participantes en el Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC). Los resultados mostraron que aquellos que experimentaron un dolor menstrual severo a los 15 años tenían un 76% más de probabilidades de sufrir dolor crónico a los 26 años, en comparación con quienes no reportaron molestias. Para aquellos con dolor moderado, el riesgo relativo aumentó en un 65%.

Entre los adolescentes que no experimentaron dolor menstrual, un 17% desarrolló posteriormente dolor crónico. Tras ajustar por diversos factores que podrían influir en esta asociación, se observó un aumento del riesgo del +4.8% para el dolor leve, +12.7% para el moderado y +16.2% para el severo.

Implicaciones a largo plazo del dolor menstrual

El estudio evidenció una clara tendencia: a mayor severidad del dolor menstrual, mayor es el riesgo de experimentar dolores crónicos en diversas áreas del cuerpo, incluyendo cabeza, espalda y articulaciones. La profesora Katy Vincent, ginecóloga y autora principal del estudio, enfatizó que aunque se conoce desde hace tiempo que el dolor menstrual puede afectar negativamente la vida social y educativa de los jóvenes, muchos no buscan ayuda y aquellos que lo hacen a menudo son minimizados o desestimados.

Vincent advirtió: “Este estudio demuestra que el dolor menstrual durante la adolescencia puede influir en la salud física futura. Una vez establecido, el dolor crónico puede ser difícil de manejar y tiene consecuencias amplias tanto para el individuo como para la sociedad.” La investigadora hizo un llamado a mejorar la educación sobre menstruación y garantizar que los jóvenes tengan acceso a apoyo efectivo desde temprano.

Nuevas perspectivas sobre la conexión entre menstruación y salud

A diferencia de investigaciones anteriores que habían sugerido una relación entre el dolor menstrual y problemas crónicos posteriores, este estudio es pionero al utilizar datos representativos de ALSPAC. Además, destaca por establecer conexiones entre el dolor menstrual adolescente y molestias fuera de la pelvis.

Los investigadores sugieren que esta relación podría explicarse parcialmente por cambios en el sistema nervioso durante la adolescencia. Vincent explicó: “La adolescencia es un periodo crítico donde el sistema nervioso es más adaptable y sensible a señales de dolor repetidas.” El persistente malestar menstrual podría provocar alteraciones duraderas en cómo se procesa el dolor en el organismo.

La importancia del apoyo psicológico y médico

El análisis también consideró factores psicológicos como ansiedad y depresión, encontrando que estos solo explicaban una pequeña parte de la conexión observada. Esto sugiere que tanto mecanismos biológicos como psicológicos están involucrados. La doctora Rachel Reid-McCann, líder del equipo investigador, destacó lo común que es el dolor menstrual entre adolescentes británicos y sus posibles consecuencias a largo plazo.

El proyecto fue respaldado por un panel asesor compuesto por jóvenes, quienes expresaron su deseo de cambiar la percepción social sobre el dolor menstrual. Una participante comentó: “Quiero honrar a las millones de mujeres y niñas a quienes se les ha dicho ‘es solo un dolor menstrual’.” Otro joven involucrado agregó: “Este estudio es crucial porque muestra que no hay un ‘dolor normal’ durante la menstruación; si alguien está preocupado debe sentirse seguro al consultar con un profesional.”

Llamado a una mayor inversión en investigación médica

La doctora Angela Hind, CEO de la Medical Research Foundation, subrayó lo oportuno de estos hallazgos con respecto al inicio escolar. Resaltó además que la investigación sobre dolores menstruales está gravemente subfinanciada y enfatizó cómo este estudio pone de relieve su impacto no solo durante la adolescencia sino también en etapas posteriores de la vida.

Esta investigación fue completamente financiada por la Medical Research Foundation como parte del Advanced Pain Discovery Platform (APDP), una colaboración innovadora entre organizaciones benéficas, agencias gubernamentales y empresas farmacéuticas.

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