Investigadores de la Universidad de Oxford han puesto en marcha un innovador proyecto que busca desarrollar una nueva prueba de respiración capaz de detectar el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) de manera más temprana y precisa, además de facilitar su acceso desde el hogar. Este avance tiene como objetivo aliviar la presión sobre el Servicio Nacional de Salud (NHS) y mejorar los resultados para los pacientes.
El trabajo se enmarca dentro de un portafolio de investigaciones financiadas por el Engineering and Physical Sciences Research Council (EPSRC), parte de UK Research and Innovation. La iniciativa, denominada ACCESS (A Community-based diagnostiC for early airwayS disease), se centrará en enfermedades respiratorias y contará con un presupuesto de £1.3 millones durante tres años.
Nuevas perspectivas en diagnóstico respiratorio
Las enfermedades respiratorias crónicas, como el asma y la EPOC, afectan a más de 500 millones de personas en todo el mundo y causan más de cuatro millones de muertes anuales. En el Reino Unido, estas condiciones impactan especialmente a las comunidades desfavorecidas, donde los residentes enfrentan dificultades significativas para acceder a cuidados diagnósticos hospitalarios.
En la actualidad, el diagnóstico del asma y la EPOC depende de una prueba llamada espirometría, que mide cuánto aire puede expulsar una persona con fuerza. Sin embargo, este método resulta complicado para muchos pacientes y a menudo no logra detectar la enfermedad en sus etapas iniciales. Por lo general, cuando la espirometría revela anomalías, ya se ha producido un daño irreversible en los pulmones, lo que lleva a diagnósticos tardíos y oportunidades perdidas para un tratamiento temprano.
Innovaciones tecnológicas al servicio del diagnóstico
Profesor Grant Ritchie, líder del proyecto, destaca: “Este proyecto se beneficia del fuerte ethos colaborativo e innovador presente en nuestra universidad y será llevado a cabo por un equipo multidisciplinario que trabajará entre departamentos universitarios y el NHS”.
Para abordar estos desafíos, los investigadores han desarrollado una nueva prueba conocida como cardiopulmonografía computada (CCP). Esta técnica permite realizar un análisis detallado del flujo aéreo en los pulmones mientras el paciente respira normalmente durante 12 minutos a través de un dispositivo conectado a un analizador de gases altamente preciso. Utilizando tecnología láser avanzada y modelado matemático sofisticado, esta prueba captura una imagen detallada del flujo aéreo, lo que facilita la identificación temprana de problemas sutiles que pueden pasar desapercibidos con la espirometría.
Aunque los primeros estudios realizados en personas con asma y EPOC sugieren que CCP es un marcador muy sensible para detectar daños en las vías aéreas pequeñas, actualmente la duración del test y la necesidad de suministros especiales limitan su uso a hospitales y laboratorios de investigación.
Objetivos del proyecto ACCESS
El objetivo principal del proyecto ACCESS es adaptar CCP para su uso comunitario, facilitando así su implementación en consultorios médicos, farmacias y centros diagnósticos comunitarios. El equipo investigador se enfocará en reducir tanto el tiempo necesario como el volumen de gas requerido para cada prueba, además de acelerar el análisis de datos para poder compartir los resultados con los pacientes durante la misma cita médica.
A largo plazo, se espera que este enfoque permita apoyar diagnósticos y tratamientos más tempranos, ayudando así a disminuir las visitas hospitalarias y abordar las desigualdades sanitarias existentes. Al permitir intervenciones más rápidas y ofrecer atención más cercana al hogar, CCP tiene el potencial de mejorar significativamente los resultados para millones de personas afectadas por enfermedades pulmonares.
Professor Grant Ritchie, quien lidera este esfuerzo desde el Departamento de Química, afirma: “Para mejorar la salud pulmonar necesitamos pasar del tratamiento avanzado a la detección y tratamiento temprano cuando aún es posible prevenir su progresión”.
A través de esta colaboración multidisciplinaria entre diferentes departamentos académicos e instituciones sanitarias, así como mediante la participación activa de pacientes afectados por estas enfermedades, se busca diseñar soluciones efectivas que transformen radicalmente el panorama del diagnóstico respiratorio.