La figura de Rosa Predavalle, originaria de Génova, marca un hito en la historia de la innovación en Italia, al convertirse en la primera mujer del país en obtener un brevetto en 1861. Su invención, el Armonitone, un “pianoforte con sordino” diseñado para ofrecer un sonido más controlado, simboliza el inicio de una larga trayectoria de creatividad femenina que, hasta ahora, ha permanecido en gran medida oculta. Este descubrimiento es parte de una investigación realizada por Marco Martinez, profesor de Historia económica en la Universidad de Pisa, publicada en la revista internacional Business History.
A través del análisis de más de 330.000 brevetti registrados en Italia entre la Unificación y la Segunda Guerra Mundial, esta investigación se convierte en la primera en catalogar sistemáticamente las invenciones realizadas por mujeres entre 1861 y 1939. El resultado revela un total de 1.878 brevetti, lo que representa apenas el 0,7% del total, pero pone de manifiesto cómo las mujeres contribuyeron significativamente al desarrollo tecnológico del país. Hasta los años veinte, el crecimiento de los brevetti femeninos fue comparable al masculino; sin embargo, este avance se vio interrumpido durante el régimen fascista, que relegó a las mujeres a roles domésticos.
Análisis de las Inversiones Femeninas: Diversidad y Geografía
Las invenciones registradas por mujeres abarcan una amplia gama de sectores, desde la mecánica hasta la industria textil, pasando por los transportes y las innovaciones para el hogar. Por ejemplo, Francesca Giuseppa Sillani patentó una tienda de campaña para el ejército en 1918; mientras que ese mismo año, Lina Holzer ideó un economizador de combustible, destinado a mejorar la eficiencia de cocinas y sistemas de calefacción. Otras inventoras como Eufrasia, Marcantonia y Melvenia también dejaron su huella entre finales del siglo XIX y principios del XX con sus aportaciones a mecanismos industriales y dispositivos domésticos.
A nivel geográfico, las provincias más activas fueron aquellas del conocido triángulo industrial: Milan, Turín y Génova, además de grandes ciudades como Roma y Nápoles. También se destacaron centros manufactureros como Udine, Bergamo, Pisa, Florencia y Salerno, donde se registró una notable concentración de brevetti femeninos relacionados frecuentemente con la producción textil.
Casos Destacados: Innovación Femenina en Toscana y Más Allá
En Toscana, los archivos revelan una sorprendente actividad inventiva. En Pisa, Rosa Pelucchi patentó en 1869 un sistema para extraer los hilos de seda, evidenciando la importancia del sector sericultor local. En 1877, Carolina Cappelletto presentó un brevetto para unsugo al magro, reflejando avances alimentarios cruciales para su época. Asimismo, Giovanna Bottari logró patentar una versión gaseosa conocida comoSoda Champagne strong >en 1890.
No menos relevantes son las contribuciones desde Florencia: Francesca Cremonesi patentó un cuscinetto a rulli para vehículos ferroviarios; mientras que Adelaide Marchi diseñó un juego de tombola adaptado para personas ciegas. Además, Lina Spinetti colaboró con su esposo Italo Spinetti para registrar un francobollo da lutto y otro para tasas publicitarias sobre correspondencia; mientras que Anna Alessandrini creó material didáctico específico para enseñar aritmética a personas con discapacidades cognitivas.
"Estas mujeres fueron verdaderas emprendedoras creativas", afirma Marco Martinez. Según él, estas innovadoras no solo transformaron ideas en soluciones técnicas sino que también desafiaron barreras legales y culturales. La investigación evidencia cómo las dinámicas de género han influido profundamente en los procesos innovadores y destaca que aún persisten desigualdades: actualmente, solo el16% strong >de los brevetti europeos lleva el nombre de una mujer.