Un equipo del Centro de Automática y Robótica (CAR), que es un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha realizado un avance significativo en la automatización agrícola. Han logrado convertir un vehículo eléctrico comercial, el Renault Twizy, en una plataforma autónoma destinada a la inspección de cultivos. Este innovador sistema, detallado en la revista Smart Agricultural Technology, permite que el vehículo regule su dirección, freno y acelerador sin necesidad de intervención humana, demostrando su eficacia en viñedos tanto experimentales como comerciales.
Para alcanzar este logro, el equipo investigador implementó un sistema de control distribuido basado en bus CAN, lo que permite que los distintos dispositivos dentro del vehículo se comuniquen entre sí sin requerir una computadora central. Este sistema interconecta los módulos responsables de la dirección, aceleración y frenado, permitiendo que el automóvil opere de forma autónoma. Gracias a la tecnología drive-by-wire, los controles mecánicos tradicionales han sido reemplazados por sistemas electrónicos que traducen las órdenes digitales del ordenador a señales eléctricas para controlar los actuadores del vehículo.
Innovaciones tecnológicas en la conducción autónoma
El Renault Twizy adaptado también cuenta con controladores que utilizan algoritmos de lógica difusa, imitando así el razonamiento humano durante la conducción. Esta estrategia proporciona una experiencia de manejo suave y estable incluso en terrenos irregulares, eliminando la necesidad de modelos matemáticos complejos. La investigadora del CSIC, Ángela Ribeiro, quien lideró el proyecto, destaca que “la modularidad del diseño facilita el mantenimiento y la ampliación del sistema con nuevos sensores o algoritmos”.
Tras completar una fase inicial de validación en pista, el vehículo fue sometido a pruebas en viñedos experimentales ubicados en Arganda del Rey (Madrid) y posteriormente en viñedos comerciales pertenecientes a la bodega Terras Gauda en Pontevedra. Durante estas pruebas, el sistema demostró su capacidad para navegar autónomamente entre hileras de vides y realizar maniobras de giro sin intervención humana, manteniendo velocidades constantes entre uno y tres kilómetros por hora. Estas características convierten al Renault Twizy adaptado en una herramienta ideal para la monitorización de cultivos, detección de plagas y estimación de cosechas mediante técnicas agrícolas precisas.
Aprovechamiento eficiente de vehículos eléctricos
Este trabajo resalta cómo los vehículos eléctricos comerciales pueden ser reutilizados para tareas agrícolas, lo cual reduce considerablemente los costos asociados al desarrollo de nuevos robots específicos para esta labor. El Renault Twizy modificado no solo mantiene su fiabilidad estructural y energética como vehículo comercial, sino que también incorpora inteligencia distribuida y sensores avanzados. Entre estos se encuentran cámaras RGB-D que permiten capturar imágenes a color mientras miden distancias a objetos cercanos, así como receptores GNSS de alta precisión para determinar con exactitud su ubicación geográfica.
La investigación representa un avance notable hacia la agricultura 4.0, donde elementos como la robótica, inteligencia artificial y automatización son fundamentales para implementar técnicas agrícolas más precisas y optimizar recursos basándose en datos relevantes. Este estudio forma parte de varios proyectos dedicados al desarrollo de robótica e inteligencia artificial aplicadas a la agricultura, incluyendo FlexiGroBots (UE-H2020), Agrobots (PIE-CSIC) e iRoboCity2030-CM (Comunidad de Madrid). En palabras del autor principal del estudio, José M. Bengochea-Guevara, “nuestro objetivo era demostrar que un vehículo urbano eléctrico puede adaptarse con éxito al entorno agrícola, manteniendo precisión, seguridad y autonomía”.