La Dra. María Elizabeth de los Ríos Uriarte, profesora e investigadora de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac México, participó el 21 de octubre de 2025 en el Simposio de Ética e Integridad en la Investigación 2025, un evento organizado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Durante este encuentro, se reunieron destacados especialistas internacionales en bioética, filosofía, investigación y tecnología para discutir los retos bioéticos que enfrenta la investigación en un contexto de transformación tecnológica acelerada.
En su intervención, la Dra. de los Ríos Uriarte presentó la ponencia titulada “Desafíos bioéticos frente al uso emergente de tecnologías en investigación”, donde reflexionó desde la perspectiva del personalismo bioético. En su discurso, enfatizó la necesidad imperiosa de mantener la dignidad humana como eje central del desarrollo científico y tecnológico. También abordó temas cruciales como la integridad académica y la responsabilidad en el uso de inteligencia artificial.
Retos éticos en el avance tecnológico
La Dra. de los Ríos subrayó que es fundamental asegurar que los avances tecnológicos estén orientados hacia el bien común. Su participación no solo reafirma el compromiso de la Universidad Anáhuac México con el pensamiento bioético, sino que también destaca la importancia de formar investigadores con una sólida conciencia ética.
Estos profesionales deben ser capaces de responder con responsabilidad y humanismo ante los desafíos que plantea la ciencia contemporánea. La discusión sobre estos temas es vital en un mundo donde las transformaciones tecnológicas son cada vez más rápidas y complejas.
Compromiso con valores humanistas en ciencia
El Simposio ofreció una plataforma para que expertos compartieran sus perspectivas sobre cómo fortalecer los valores humanistas dentro del ámbito científico. La Dra. María Elizabeth de los Ríos Uriarte, a través de su destacada participación, contribuyó significativamente a esta conversación crítica sobre ética e integridad en un entorno investigador que evoluciona constantemente.
A medida que las tecnologías continúan avanzando, es esencial que tanto académicos como investigadores mantengan un enfoque ético sólido, priorizando siempre el bienestar humano y social por encima del mero progreso técnico.