La Compra Pública Precomercial: Un Pilar de Innovación en España
La Compra Pública de Innovación (CPI) está transformando el panorama de la innovación en España, convirtiéndose en una herramienta estratégica clave para las administraciones públicas. Desde 2019, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) ha liderado esta iniciativa, gestionando un total de 25 proyectos con un volumen licitado que supera los 425 millones de euros. Este enfoque no solo busca modernizar los servicios públicos, sino también fomentar un ecosistema colaborativo que impulse tecnologías emergentes y fortalezca la soberanía científica e industrial del país.
El CDTI, junto con la cofinanciación de fondos europeos como el FEDER y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, ha demostrado que la CPI puede ser un motor eficaz para movilizar recursos y generar innovaciones sostenibles. Con la participación de 19 administraciones públicas y 263 entidades, se evidencia cómo este modelo permite articular colaboraciones entre diferentes sectores, desde empresas hasta centros de investigación.
Un Nuevo Ciclo Estratégico para la Innovación Pública
A medida que nos adentramos en un nuevo ciclo estratégico para 2024-2027, el CDTI ha programado el Foro Iberoamericano de Compra Pública de Innovación e Innovación Abierta, que se llevará a cabo del 19 al 21 de noviembre de 2025 en Granada. Este evento tiene como objetivo fortalecer las redes entre actores clave en la CPI y promover la cooperación internacional dentro del ecosistema iberoamericano. La colaboración entre administraciones, empresas y centros de conocimiento es fundamental para acelerar soluciones disruptivas que mejoren los servicios públicos.
Dentro del marco de la CPI, se identifican tres modalidades principales: la Compra Pública de Tecnología Innovadora (CPTI), que abarca adquisiciones tecnológicas aún no comercializadas; la Compra Pública Precomercial (CPP), centrada en desarrollar prototipos desde fases tempranas; y la Asociación para la Innovación (AI), que busca colaborar con socios para desarrollar soluciones específicas. Este enfoque permite a las administraciones actuar como clientes de referencia, generando oportunidades tanto para ellas como para las empresas involucradas.
Crecimiento Sostenido y Participación Empresarial
Desde su implementación, la CPP ha mostrado un crecimiento notable en términos de proyectos y financiación. Los fondos europeos han sido determinantes, movilizando más de 169 millones de euros. En este contexto, las iniciativas se han concentrado principalmente en sectores estratégicos como salud (32%), seguridad (16%) y energía (12%). La participación empresarial también ha sido significativa: desde 2019, han participado 263 entidades en estos procesos licitatorios.
A pesar del éxito alcanzado, persisten desafíos. Las medianas empresas predominan entre los operadores participantes; sin embargo, son las grandes compañías quienes suelen tener mayor éxito debido a su experiencia y capacidad financiera. Esto plantea interrogantes sobre cómo facilitar una mayor inclusión para pequeñas empresas en futuros contratos.
Tendencias Futuras y Oportunidades Emergentes
A medida que avanzamos hacia el futuro, se prevé una continuidad en el impulso a nuevas iniciativas dentro del ámbito CPP. Proyectos relacionados con tecnologías cuánticas aplicadas a comunicaciones seguras o sistemas lanzadores de pequeños satélites destacan por sus presupuestos excepcionales, reflejando su importancia estratégica para España.
No obstante, es esencial abordar las barreras existentes que limitan el acceso a estas oportunidades. La falta de conocimiento sobre cómo aplicar correctamente estas herramientas por parte de algunos organismos públicos puede obstaculizar su eficacia. Por ello, se requiere una apuesta decidida por parte del CDTI y otras instituciones para formar equipos capacitados y fomentar una cultura innovadora dentro del sector público.
En conclusión, la Compra Pública Precomercial representa no solo una oportunidad para transformar los servicios públicos en España sino también un camino hacia una innovación más inclusiva y sostenible. A medida que se superen los desafíos actuales, será posible maximizar su impacto positivo en la economía y mejorar significativamente la calidad de vida ciudadana.