La Red BIVALIA-CM ha llevado a cabo un workshop el pasado 25 de noviembre en el campus de Fuenlabrada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), donde se han reunido diversas entidades, incluyendo empresas agroalimentarias, administraciones públicas y grupos de investigación. El objetivo del encuentro fue abordar los desafíos y oportunidades que presenta la transformación de residuos agroalimentarios en subproductos de alto valor añadido.
Este evento representa un avance significativo hacia la consolidación de un modelo de economía circular en la Comunidad de Madrid. Durante el workshop, se buscó identificar tanto los retos como las barreras y oportunidades en la valorización de residuos agropecuarios y alimentarios, promoviendo un enfoque innovador que permita su transformación en productos útiles y sostenibles.
Mesas redondas sobre residuos agroalimentarios
El programa del día incluyó dos mesas redondas sectoriales. La primera se centró en los residuos generados durante la producción primaria, con la participación de representantes de INNOPORC, KERBEST, y la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid. En esta mesa se discutieron las principales barreras técnicas y normativas que afectan la gestión adecuada de estos residuos.
La segunda mesa reunió a destacados representantes de la industria alimentaria, tales como Cerveza La Cibeles, Bodega Bernabeleva, Lácteas del Jarama, y Mahou-San Miguel. Estos expertos compartieron experiencias sobre la reutilización efectiva de subproductos y la implementación de procesos innovadores como la biorrefinería.
Tecnologías para transformar residuos en bioproductos
El equipo científico detrás de BIVALIA-CM presentó una propuesta integral que utiliza tecnologías termoquímicas, químicas y biológicas para convertir residuos agroalimentarios en bioproductos, bioenergía y nuevas materias primas. Esta iniciativa tiene como finalidad no solo mejorar la competitividad del sector agroalimentario, sino también reducir el impacto ambiental asociado a su actividad.
Aparte del aspecto técnico, el workshop enfatizó la necesidad de fortalecer las colaboraciones entre empresas, centros de investigación, administraciones públicas y agentes sociales. Se destacó que la transición hacia una economía circular requiere un diálogo constante que facilite la transferencia de conocimientos, armonización regulatoria y desarrollo de infraestructuras adecuadas para apoyar estas iniciativas.
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